El asesinato del maestro Adolfo Ich Xamán el 27 de setiembre pasado, significa un nuevo episodio de violencia de las transnacionales contra las comunidades que sufren el desalojo en Guatemala.
Precisamente este crimen contra un líder comunitario se dio en el marco del desalojo de la comunidad Q’eqchi’ de “Nube Blanca”, en el departamento nororiental guatemalteco de Izabal.
La relación de hechos indica que fueron las fuerzas de seguridad de la empresa niquelera CGN las responsables de su apresamiento, tortura y doloroso fallecimiento.
Desde la comunidad La Unión, en el municipio El Estor, Radio Mundo Real recoge el testimonio de familiares y compañeros del maestro asesinado.
En primer término Victorino Tejaxun, comunicador social de Waqib Kej - Guatemala, describe el contexto en el que dicho asesinato fue consumado.
Edgar Geovanny Ich Choc, de 24 años de edad, hijo del educador asesinado, dijo: “Vamos a mantenernos en pie de lucha para que no se sigan avasallando nuestros derechos como indígenas y para recuperar las tierras que por tradición nos pertenecen”, nos dice Edgar.
Son nueve las comunidades indígenas y muchos otros movimientos sociales los que se enfrentan en El Estor a la empresa CGN.
Desde el gobierno guatemalteco no se ha expedido siquiera un pésame hacia la familia del maestro ultimado “lo que nos hace pensar que existe una complicidad del gobierno con estas empresas”, dice su hijo.
El desalojo, además de haber sido comandado por la misma gobernadora Departamental de Puerto Barrios, Luz Maribel Ramos, tuvo ribetes de extrema crueldad.
Adolfo Ich fue macheteado en distintas partes del cuerpo y por último ejecutado con un tiro de gracia. Adolfo es cuñado de Ramiro Choc, dirigente comunitario encarcelado desde febrero de 2008, sin que hasta la fecha haya sido condenado por falta de pruebas (ver http://www.radiomundoreal.fm/Todos-...).
Otro de los integrantes de la comisión que se hizo presente en las tierras del maestro asesinado para denunciar el crimen y solidarizarse con su familia es Héctor Jerónimo Giménez del colectivo juvenil indígena Xinra Xalapan.
Las comunidades buscan trocar el dolor que significa una muerte más en un mayor coraje a la hora de enfrentar a las transnacionales.
Las comunidades de San Juan Sacatepéquez se enfrentan a la expansión de una empresa cementera (Cementos Progreso) y por tanto conviven con los métodos violentos empleados por las corporaciones para abrirse paso en el territorio.
Basándose en la larga lista de acciones violentas de parte de las empresas extractivas hacia las comunidades, Mario Nij reclama directamente la expulsión de las mismas de sus territorios y acusa directamente al gobierno y al status quoguatemalteco de apañar las prácticas terroristas de las empresas.
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