El Panel de Inspección del Banco Mundial realizará una investigación de un préstamo que la institución aprobó a la estatal energética sudafricana, Eskom, para la construcción de una central eléctrica a carbón en la localidad de Lephalale, provincia de Limpopo. La suma asciende a 3.750 millones de dólares. Los investigadores llegaron a esta decisión en base a un trabajo preliminar hecho en mayo, después de que residentes locales les hicieran llegar sus preocupaciones sanitarias, ambientales, culturales y de derechos humanos relacionadas a la instalación de la nueva planta, llamada Medupi.
El Panel de Inspección es un organismo independiente del Banco Mundial que revisa e investiga los reclamos de personas que consideran que ellas mismas o sus intereses se vieron o pueden verse perjudicados por un proyecto financiado por la entidad.
El presidente del organismo actuante, Roberto Lenton, explicó que los pobladores locales “colocan importantes cuestiones” relacionadas a diversos “daños que pueden ser abordadas solo en el contexto de una investigación”, según cita un comunicado de las organizaciones ambientalistas Earthlife África Johannesburgo y GroundWork Amigos de la Tierra Sudáfrica.
Las dos entidades habían pedido conjuntamente la investigación en representación de las comunidades locales. En abril habían advertido que todos los sudafricanos sufrirían el impacto ambiental y social de la instalación de la nueva central. Explicaron en ese momento que tres importantes fuentes de agua, los ríos Limpopo, Vaal y Senque, serían desviados para hacer posible esa planta y otras centrales futuras.
El proyecto de Medupi consta de seis unidades con una capacidad instalada de 4.788 megavatios. Las organizaciones ambientalistas sudafricanas cuestionaron la decisión del Banco Mundial de efectivizar el préstamo para la producción de energía sucia, en un contexto de crisis climática internacional.
El director de GroundWork Amigos de la Tierra Sudáfrica, Bobby Peek, enfatizó la “ansiedad” del gobierno sudafricano (que presiona para recibir el préstamo), por el hecho de que el Panel de Inspección haya atendido las preocupaciones bien fundamentadas de las comunidades locales y organizaciones no gubernamentales.
Por su parte, el coordinador de Proyectos de Earthlife África Johannesburgo, Tristen Taylor, manifestó que “cuando el Panel vino a Sudáfrica, entrevistó gente, fue al área y vio realmente lo que pasará y lo que ya está ocurriendo, obtuvo una ’llamada de atención’”.
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