Independencia para algunos

El pasado martes 20 de julio, día en que se celebró la Independencia Nacional en Colombia, cientos de indígenas provenientes de los departamentos del Cauca, Caquetá, Huila y Nariño llegaron a su capital, Bogotá, para protestar por la situación que viven en el país.

Los indígenas llegaron a Bogotá en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, en la que plantearon que no son verdaderamente libres, dado que para ellos no existe aún la independencia que se proclama porque las comunidades, aún hoy, siguen siendo víctimas de prácticas de violencia sistemáticas. "Vamos a Bogotá a decirle al mundo entero que los pueblos originarios padecemos la violencia, no somos autónomos ni realmente libres, y nuestros derechos son pisoteados, por lo que no tenemos nada que celebrar", declaró Luis Calambás, promotor de la movilización, en declaraciones reproducidas por el medio TeleSur.

Las apreciaciones de las comunidades están en sintonía con lo relevado a principios de este mes por el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas, que tras finalizar su visita a Colombia declaró que la situación de los derechos humanos de los pueblos originarios en el país continuaba siendo “sumamente grave, crítica y profundamente preocupante, a pesar del reconocimiento constitucional de estos derechos”.

Las movilizaciones de los indígenas hasta ahora han implicado manifestaciones pacíficas en distintos puntos del país y tuvieron el domingo una jornada importante en Cali, cuando más de 1.500 pobladores originarios se manifestaron en contra de la celebración del Bicentenario con diversas expresiones artísticas.

El pasado martes, como fue dicho, las manifestaciones de los pobladores originarios se realizaron en Bogotá y que constó en una marcha que contrastó con los festejos oficiales, los cuales (estos últimos) consistieron en un desfile militar y la realización de conciertos musicales.