El Estado Plurinacional de Bolivia comenzó, por directiva de su presidente Evo Morales, un periodo de transición de cinco años que culminará con la declaratoria de libre de transgénicos y en paralelo se inicia un proceso de rescate de semillas locales hacia la soberanía alimentaria.
El proceso de recuperación de la soberanía alimentaria en Bolivia ha debido superar varios obstáculos. Además de los latifundistas brasileños que se habían apropiado sin pausa durante décadas de vastas extensiones de tierra, la penetración de las semillas transgénicas es un verdadero “caballo de Troya” en el proyecto popular de Evo Morales y las organizaciones campesinas bolivianas.
Sin embargo, hoy las organizaciones del campo, indígenas, originarias, campesinas e interculturales “son gobierno” y han decidido plantar cara al ultraje de sus recursos naturales. Así lo dijo en el marco de la Consulta Regional de FAO sobre uso y tenencia de la tierra en Brasilia, Oscar Mendieta Chávez, asesor del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras del Estado Plurinacional de Bolivia.
Por directiva del presidente Morales, los aparatos estatales bolivianos ya se encuentran trabajando para el proceso de declaración del territorio del altiplano como libre de cultivos genéticamente modificados. “Evidentemente nosotros no podemos compartir la afirmación de los grandes consorcios del agronegocio de que mediante las semillas híbridas y los transgénicos se va a solucionar el problema del hambre en el mundo”, sostiene Mendieta. “Estas semillas transgénicas no son fruto ni de la naturaleza ni de Dios, y por tanto más que hacer un favor a la agricultura campesina, son un riesgo de contaminación de recursos genéticos silvestres, locales, así como a los consumidores”.
En el proceso de transgénesis se utilizan antibióticos, señala Mendieta Chávez, por lo que el consumidor de transgénicos puede hacerse, a la larga, inmune a los antibióticos. “Si entendemos que al consumir una papa, cultivo del que somos zona originaria, o un grano de maíz o de trigo estamos consumiendo la historia de nuestras culturas no podemos aceptar este tipo de manipulación genética”, insiste. “Nuestro Presidente ha indicado que en el correr de estos cinco años deberá eliminarse todo lo que es semillas transgénicas y también rescatar las variedades locales, que han sido cuidadas en las comunidades campesinas”.
Esta idea de Evo Morales estuvo en la base de sus palabras en la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático de Cochabamba, señala finalmente Mendieta Chávez, al demostrar con ejemplos concretos el efecto nocivo de la transgénesis en la salud humana.
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