Condiciones indignas de ''trabajo'' para trabajadores rurales en Chile

A la hora del almuerzo (extraída del grupo en Facebook)

En el Chile del agronegocio y los monocultivos fruteros de exportación, los asalariados rurales y en especial los temporeros, representan el eslabón más débil de una cadena que conecta el capital con el alimento. “En Chile la cesantía es enorme y eso significa que los empresarios se regodean para contratar gente. En nuestro país existe un artículo legal que dice que te pueden despedir por ‘necesidad de la empresa’. La flexibilidad total”, explica Sonia Sagredo, de la Confederación Nacional Sindical Campesina RANQUIL de Chile.

Las grandes vides, cultivares de frambuesa, arándanos y paltas emplean en forma tan intensiva como precaria a legiones de chilenas y chilenos, medio millón en total, “que viven en condiciones realmente miserables”.

Un caso sintomático de precarización es el de la internacionalmente conocida industria vitivinícola Concha y Toro, que mantiene condiciones de superexplotación en sus cultivos e industria. “Trabajé muchos años en esa viña, en el sector de Casablanca que es muy bueno para producir vinos y sé muy bien lo que pasa ahí dentro y en qué condiciones tienen que trabajar las temporeras y temporeros de esta empresa”, dice Sonia.

En un grupo de la red social Facebook (“Los vinos Concha y Toro saben a explotación”), pueden verse imágenes de mujeres que trabajan al servicio de esta empresa almorzando sin ninguna comodidad, sin posibilidades de calefaccionar sus alimentos salvo por exponerlos al sol, sin baños ni agua potable.

“Esta viña que aparece en televisión promoviendo sus productos, que anuncia la cosecha del 2007 como la mejor en muchos años, que es la segunda en volumen exportado, la tercera de las compañías (chilenas) vitivinícolas más importante de la industria de bebestibles y que el año 2007 duplicó sus ganancias tiene a los temporeros agrícolas trabajando en condiciones indignas”, señala dicho grupo.

Sonia Sagredo cuenta hasta qué limites alcanzan esas condiciones. “El sistema neoliberal tempranamente implantado en Chile nos ha llevado a un nivel de embrutecimiento que indica que lo único importante es obtener plata para comprar cosas… y en el caso de la mujer esto está quizá un poco más marcado, porque tenemos un historial político más corto que los hombres. La mujer aguanta tener menos sueldo, porque sufre más desocupación”, indica Sonia.