El próximo viernes culminará una acción de denuncia y protesta que ya lleva recorridos cientos de kilómetros en territorio colombiano con el objetivo de visibilizar los daños ambientales y sobre los Derechos Humanos de las comunidades de la construcción de la Vía Transversal Américas, uniendo Colombia y Panamá.
La “Triatlón por la Vida del Darién” partió el 14 de este mes desde Medellín y estará arribando el viernes 25 a la frontera con Panamá. Está compuesto por ciclistas, que también han debido marchar a pie y sobre embarcaciones para recorrer decenas de comunidades, realizar charlas y entrevistarse con autoridades locales.
En el trazado de la Transversal de las Américas, se encuentra la cuenca del río Cacarica, al noroccidente de Colombia, departamento del Chocó, limítrofe con Panamá. Justo en este punto confluye la biodiversidad de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.
En términos ecológicos forma parte de los bosques húmedos Chocó-Darién, una de las más ricas en especies de zonas de tierras bajas en el mundo. La excepcional abundancia y endemismo incluye plantas, aves, anfibios y mariposas.
En el denominado Tapón del Darién está planificada la construcción del trayecto Palo de Letras- Cacarica- Lomas Aisladas (62 kms.), y el puente Cacarica, sobre el río Atrato en el lugar tradicionalmente nombrado como Travesía.
La carretera atravesará el Parque Nacional Los Katíos, en el lado colombiano, declarado en 1994 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el parque natural Darién en Panamá, declarado en 1981. En el año 2009, el Parque Nacional los Katíos, fue incluido, por el Comité de la Unesco, en la lista de Patrimonio de la Humanidad en Peligro.
Las leyes y normativas nacionales e internacionales son desconocidas por los impulsores del proyecto de la Transversal de las Américas: los habitantes de la zona del río Cacarica, numerosas comunidades indígenas, afrocolombianas y mestizas, que dependen fuertemente de los ecosistemas y legítimos habitantes del territorio, ni siquiera han sido oficialmente informados ni consultados.
El desarrollo del mega proyecto Transversal de las Américas estuvo antecedido de la operación “Génesis” de la Brigada 17 en febrero de 1997. La actuación militar estuvo dirigida por el general Rito Alejo del Río Rojas, en una operación que combinó la estrategia paramilitar, provocó el desplazamiento forzado de las comunidades del Cacarica, causando la muerte del afrocolombiano Marino López Mena, decapitado y cuya cabeza sirvió de pelota de fútbol a los uniformados según un horrendo video que circuló por toda Colombia.
Desde hace 13 años la comunidad padece la militarización que ha arrojado la comisión de más de 70 crímenes entre asesinatos y desapariciones forzadas.
El proyecto se enmarca en la Iniciativa de Integración de la Infraestructura de Sudamérica (IIRSA) y el Plan Mesoamérica (anteriormente denominado Plan Puebla Panamá).
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