El gobierno colombiano informó a mediados de este mes que la compañía canadiense GreyStar había retirado su solicitud para explotar oro en el páramo de Santurbán, departamento de Santander, en el proyecto conocido como Angostura. Enseguida la empresa explicó que no había retirado su solicitud, sino que estudiaría opciones alternativas para el proyecto. Las informaciones cruzadas molestaron a las organizaciones sociales que se oponen al emprendimiento.
La Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional acaba de difundir un comunicado titulado “Páramos sin megaminería: obligación de las autoridades colombianas”. La red, que nuclea a unas 50 agrupaciones sociales, “rechaza la deshonestidad de la empresa GreyStar, que luego de anunciar su decisión de retirar el proyecto Angostura, desinforma y desconcierta a la ciudadanía al retractarse y desautorizar públicamente al ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega”.
Fue Rodado quien reveló el 17 de marzo que había recibido una comunicación del presidente de GreyStar, Steve Kesler, en la que le informaba que la compañía retiraba su solicitud de las licencias técnica y ambiental para la explotación de oro en Santurbán. El ministro se había reunido días antes en Toronto, Canadá, con directivos y accionistas de la empresa y les había dicho que la ley colombiana no permite desarrollar ningún tipo de explotación minera en zonas de páramos. “De ninguna manera, de acuerdo con la legislación colombiana, es posible hacer minería en páramos”, destacó Rodado, citado por el portal colombiano Portafolio.
El 18 de marzo GreyStar aseguró que había sido malinterpretada y emitió un comunicado. Aclaró que no pretendía “retirarse” de su proyecto Angostura, sino que estudiaría “la viabilidad de opciones alternativas” para el emprendimiento. La empresa señaló que seguiría trabajando conjuntamente con el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, y con el de Minas y Energía.
Esos dos ministerios, según información del diario colombiano El Espectador, tienen visiones contrapuestas sobre el proyecto Angostura: el de Minas no quería dar el permiso de explotación y el de Ambiente estaba a favor de la firma, asegura el periódico.
Las diversas organizaciones sociales que se han opuesto a Angostura, agrupadas especialmente en el Comité en Defensa del Páramo de Santurbán, ven con desconfianza este proceso. Estudiantes, sindicalistas, ambientalistas, entre otros actores, han trabajado fuertemente contra un emprendimiento que, por ejemplo, comprometería el suministro de agua potable a más de dos millones de personas.
La Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional saluda en su comunicado el trabajo del Comité en Defensa del Páramo de Santurbán y asegura que ha sido la resistencia social la que obligó a GreyStar a retirar su solicitud de licencias para el proyecto Angostura. La red “rechaza la deshonestidad” de la empresa canadiense. La acusa de actuar de manera “tramposa”, al generar “confusión sobre sus verdaderas aspiraciones en el páramo” Santurbán, y al presentarle al país “un proyecto con grandes deficiencias técnicas”, entre otras cosas.
Las organizaciones sociales colombianas celebran que el Ministerio de Minas y Energía haya reconocido que la minería en páramos es ilegal, pero informan que 109.000 hectáreas de esos territorios en Colombia ya están afectadas por 391 títulos mineros. Los propios trabajos de exploración de GreyStar han afectado el páramo de Santurbán, según denuncian las agrupaciones.
Por eso, la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional exige al gobierno de Juan Manuel Santos que cumpla con las leyes que impiden la actividad minera en páramos, y que además comience las acciones necesarias para quitar los permisos ya concedidos en esos territorios.
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