''Se nos está tratando como a animales: todos nuestros derechos están siendo violados''

Ya hemos tratado este tema en tres publicaciones anteriores: Belo Monte otra vez en el tapete (10/02/10), De ''Belo'' no tiene nada (21/04/10) y  No queremos Belo Monte!!! (01/07/10), pero lamenteblemente tenemos que volver sobre él, ya que la situación sigue empeorando: los obreros ya han comenzado a despejar terrenos en la Amazonia brasileña para dejar paso a la polémica megapresa de Belo Monte.

A principios de semana, Norte Energia, la empresa constructora de la presa, envió a sus trabajadores al futuro lugar de la misma para comenzar la construcción de la infraestructura para el proyecto. Este hecho se produce tras la concesión, el pasado mes de enero, de un permiso de instalación parcial para la presa por parte de la agencia medioambiental del Gobierno brasileño. La licencia fue suspendida poco después de ser emitida, ya que un juez dictaminó que la presa no cumplía con los requisitos medioambientales. La semana pasada, increíblemente, un tribunal de mayor rango anuló dicha suspensión.

Si se construye, la presa de Belo Monte será la tercera más grande del mundo. Amenaza con dañar enormes extensiones de selva y reducir los bancos de peces en los ríos de los que miles de ''indígenas'' que habitan la zona dependen para vivir.

Los originarios de varias comunidades distintas se han manifestado en contra de la presa, advirtiendo de que, de ser construida, el río Xingú se convertirá en “un río de sangre” y que podría comenzar una “guerra”.

La semana pasada, tres líderes indígenas de la Amazonia se manifestaron en Londres frente a la sede del banco de desarrollo brasileño BNDES, fuente de financiación de una gran parte del proyecto. Sheyla Juruna, del pueblo Juruna de la región de Xingú, dijo sobre la presa de Belo Monte y otras presas en la Amazonia: “Las presas causarán daños culturales, sociales y medioambientales irreversibles. Al invertir en las presas, BNDES está invirtiendo en la destrucción de la Amazonia. Se nos está tratando como a animales: todos nuestros derechos están siendo violados”.

El mes pasado un grupo de indígenas entregó una petición firmada por medio millón de personas aproximadamente a la nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en la que se la insta a poner fin a este desastroso proyecto.

El lunes 14 de marzo, originarios de la región del Xingú participarán en una gran expedición comunal de pesca como protesta contra Belo Monte. Hacen falta más permisos antes de que se pueda proceder a la construcción de la presa.