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sábado, 8 de enero de 2011

Wikileaks: ''Operación de disidencia fabricada''


Luego de haber estado en prisión por falsas acusaciones, Julian Assange fue liberado el pasado 16 de diciembre. El fundador del ahora afamado y mediático sitio de internet Wikileaks logró la libertad tras pagar una suma de 315 mil dólares en efectivo y bajo las condiciones de que se presente todos los días a las 18 hs. en una comisaría para entregar su pasaporte y llevar puesto un brazalete electrónico que controla sus movimientos.  Con su prisión y ahora el control que hay sobre él, a la vez que tarjetas de crédito (Visa y Master Card) y algunos bancos (Bank of America entre otros) dejaron de apoyar económicamente a la página web, aparentemente se buscó el ''silenciamiento'' de Wikileaks

Con todo lo que ha rodeado a la organización y a su fundador en el mes pasado, lo cual ha sido ampliamente mediatizado por los ''principales medios'', se lo ha enaltecido como el número uno en la transparencia y principal enemigo de la diplomacia estadounidense. Ahora bien, dicha ''transparencia'' Assange no la utiliza con la misma regla para todo. Él no ha logrado explicar sus vínculos con una oscura constelación de entidades que financian Wikileaks, ni su (extraña) asociación con los medios hegemónicos que son los principales responsables de la intoxicación informativa que la organización dice combatir. Como contrapartida, los 250 mil cables develados lo único que han conseguido es reforzar las líneas editoriales tradicionales del cártel mediático conformado por: The New York Times, The Guardian, Le Monde, El País y Der Spiegel

A todos nos gustaría creer que Assange es un hacker altruista y desinteresado, sin otro objetivo que la libertad de información, pero se nos hace difícil mantener esta visión tan positiva cuando se conocen una serie de evidencias que apuntan en sentido opuesto: el profesor canadiense Michael Chossudovsky, que dirige la ONG Global Research, indica que Wikileaks es parte de una gigantesca operación de desinformación que apunta a crear una disidencia prefabricada.  El profesor se remonta al año 2007 para rastrear las incongruencias entre el discurso y la conducta pasada de Assange. En aquel año el ahora afamado fundador del sitio web, solicitó apoyo y asesoramiento a Freedom House, una ONG con sede en Washington (Estados Unidos) cuyo director, William H. Taft IV, había sido asesor legal del Departamento de Estado durante, nada más ni nada menos, que la administración Bush y viceministro de Defensa durante la no menos desastrosa presidencia de Ronald Reagan

Aquí van los propósitos del naciente Wikileaks en 2007: ''Nuestros intereses principales son los regímenes opresivos de Asia, del antiguo bloque soviético, del África Subsahariana y Oriente Medio, también espera ser de utilidad para aquellos que en occidente desean revelar el comportamiento poco ético de sus gobiernos y empresas''. Lo expresado fue ratificado en una entrevista que Julian Assange concedió al New Yorker el pasado año. Algo también interesante para apuntar, es que Wikileaks es una versión ''incensurable'' de Wikipedia para colocar masivamente documentos filtrados y análisis. Ésta última no es una ''enciclopedia libre'' como suele ser subtitulada y para ello los remitimos a nuestra publicación del día 8 de abril de 2010, Qué hay detrás de la Wikipedia? Vaticano, CÍA y el Partido Demócrata de los Estados Unidos, entre otros; en la cual ya habíamos hablado de como la información que llega a ser publicada en la enciclopedia es filtrada y controlada con anterioridad. 

Si volvemos a los propósitos o mejor dicho objetivos de la organización, podemos notar que los intereses geopolíticos de Wikileaks, coinciden exactamente con los de Estados Unidos. Más aún, fuentes del propio portal señalaron que el cuerpo de asesores estaba conformado por rusos expatriados, refugiados tibetanos, periodistas y analistas de inteligencia. La teoría del poder usada por Assange se basa en bibliografía utilizada por el Pentágono como parte de su doctrina ''contrainsurgente'' y ''antiterrorista'', por lo cual, no resulta nada extraño que la metodología de Wikileaks se asemeje bastante a la de las operaciones encubiertas de Estados Unidos en el extranjero, que en diversas oportunidades ha utilizado las filtraciones a la prensa como método de desestabilización política.    

Si bien el señor Assange declara abiertamente su compromiso y preocupación por la cristalinidad de los medios de comunicación a la hora de brindar la información, los documentos ''filtrados'' por el portal han sido cuidadosamente editados por el cártel de medios hegemónicos en coordinación con el gobierno de Estados Unidos. Así y todo, muchas personas creen que Wikileaks es parte de un despertar de la opinión pública, de una batalla contra las mentiras y falsedades que aparecen a diario en los medios de comunicación impresos y televisivos. Pero, cómo puede realizarse dicha batalla contra la desinformación con la participación de medios como The New York Times, que entre tantas otras mentiras, habló de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, siendo así parte conformante de la invasión estadounidense a dicho país? De ninguna manera, ''Wikileaks ha contratado a los arquitectos de la desinformación de los medios para combatir la desinformación de los medios: un procedimiento incongruente y contraproducente'', como señala Chossudovsky.     

Los medios corporativos en Estados Unidos, especialmente The New York Times (que históricamente ha servido a los intereses de familias como los Rockefeller), forman parte del establishment económico, con enlaces en Wall Street, los think tanks de Washington y el Consejo de Relaciones Exteriores. Esto explica las razones por las cuales la difusión de los cables se han centrado en las áreas que apoyan los intereses de política exterior de Estados Unidos: el programa nuclear de Irán (inexistente), Corea del Norte y Arabia Saudita; el respaldo de Pakistán a Al Qaeda (que no sabemos cual de las dos cosas es más inexistente); y las relaciones de China con Corea del Norte.

Mientras se produce esta orgía de ''transparencia'' informativa a lo largo y ancho del planeta, Wikileaks no debería ser evaluada por lo que publica, sino por lo que no publica: si uno observa lo que no se divulga cuando aparentemente se divulga todo, descubre que hay ausencias más que elocuentes y que la información ronda siempre alrededor del mismo tipo de noticias; no ha habido una sola que realmente sea un gran descubrimiento.

Otro ejemplo del condicionamiento informativo de la organización nos lo da el alemán Daniel Domscheit Berg, un ex vocero de Assange que en la penúltima semana de diciembre lanzó un portal alternativo a Wikileaks y quien afirmó en una entrevista con la corresponsal israelí Leah Abramowitz que, Assange se reunió con agentes de inteligencia de ese país para negociar la omisión de Israel de documentos filtrados y recibió dinero de ellos. Éste les aseguró a los israelíes que no se publicarían documentos comprometedores, como los de ''las guerras del Líbano y Gaza''. Asimismo el sitio web árabe Al Haqiqa, asegura que Assange se reunió en Ginebra a principios del pasado año con funcionarios israelíes y llegó a un pacto secreto. El gobierno de Israel esperaba o sabía que habían documentos que develarían sus ataques contra el Líbano y Gaza, acaecidos en 2006 y 2008. Las fuentes del diario añadieron que estos documentos, que provenían principalmente de las embajadas estadounidenses en Tel Aviv y Beirut, fueron eliminados y destruidos. Netaniahu admitió que Israel había ''tomado la iniciativa'' para limitar los daños que podrían haber ocasionado las ''filtraciones'' y añadió que ''no hay ningún documento israelí que haya sido revelado por Wikileaks''. Israel no aparece por ninguna parte, aunque todo lo ''filtrado'' refuerza y favorece, a su ''peculiar'' manera de ver el mundo, la cual va en favor del imperialismo occidental.    

Según Chossudovsky, ''Wikileaks tiene las características esenciales de una operación de disidencia fabricada cuyo propósito sería dar forma y moldear el movimiento de protesta, para establecer el límite exterior de la disidencia''. Es decir, que persigue el ya conocido ''divide y triunfarás'' y se apunta para ello a las masas críticas, a las que se busca distraer y disuadir. Así que será conveniente descartar estas intencionales ''filtraciones'' y no tenerlas en cuenta como información valedera, sino como una nueva forma de reproducción del sistema capitalista mediante el cartel de ''información verdad''

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