Subcomandante Marcos
Introducción
Si bien, como dijimos en la publicación anterior, no fue la intención que su figura se individualizara (según él mismo), al día de hoy se ha erigido como uno de los revolucionarios más relevantes en la historia de América Latina y se nos hace imposible dejar de hablar de él. El Subcomandante Marcos es el principal ideólogo, portavoz y mando militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Según él mismo, ''Marcos es el nombre de un compañero que murió, y nosotros siempre tomábamos los nombres de los que morían, en esta idea de que uno no muere sino que sigue en la lucha''.
La historia ''oficial'' de Marcos, según el gobierno mexicano, es que detrás del pasamontañas se encuentra la figura de Rafael Sebastian Guillén Vicente (Tampico, Tamaulipas, México, 19 de junio de 1957), ex estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México, etc. Esta es la historia (mucho más ''completa'', por no decir completada) que pueden encontrar por todos lados, pero nuestra intención no es hacer una biografía de Marcos, sino resaltar su actividad como líder del EZLN.
Escritos filosóficos y políticos
Comencemos por el aporte ''individual'' de Marcos. De 1992 al 2006, escribió más de 200 ensayos e historias, y publicó 21 libros en un total de al menos 33 ediciones, documentando ampliamente sus perspectivas filosóficas y políticas. Los ensayos e historias son reciclados en los libros. Marcos tiende a preferir las expresiones indirectas; sus escritos son con frecuencia fábulas. Algunos, sin embargo, están muy pegados a la vida cotidiana y son directos. En una carta de enero de 2003 a ETA que termina con la frase ''me cago en las vanguardias revolucionarias de todo el planeta'', Marcos dice:
''Les enseñamos [a los niños] que hay tantas palabras como colores, y que hay tantos pensamientos porque de por sí el mundo es para que en él nazcan palabras. Que hay pensamientos diferentes y que debemos respetarlos... Y les enseñamos a hablar con la verdad, es decir, con el corazón''.
Uno de los libros más conocidos de Marcos, La historia de los colores, es una historia para niños. Basada en un mito maya de la creación, enseña sobre la tolerancia y el respeto a la diversidad.
Su estilo elíptico, irónico y romántico puede ser una forma de distanciarse de las circunstancias dolorosas que reporta y protesta. Pero como quiera que sea, sus voluminosos escritos tienen un propósito, como se describe en el libro Nuestra Arma es Nuestra Palabra.
En diciembre de 2004 anunció la publicación del libro Muertos Incómodos junto al escritor Paco Ignacio Taibo II, que fue publicado en el diario mexicano La Jornada y consistió en doce entregas donde se hace un escrutinio de la vida política nacional. El libro en un primer momento iba a ser escrito a seis manos entre Marcos, Paco Ignacio Taibo y Manuel Vázquez Montalbán.
Es decir, que más allá del EZLN, Marcos le ha hecho al mundo un aporte literario extenso y más que importante. Con un estilo particular, así como atrayente, nos ha hablado de las injusticias de este mundo y esto debe ser valorado tanto como lo que su figura representa.
Este es Marcos
Enfatizando su disgusto hacia las autoridades y más en concreto hacia las violaciones que no dejan de cometer en su contra y tras haber mandado documentos, lo único que obtiene el EZLN por respuesta, luego del levantamiento de 1994, es un ''perdón'' por parte del gobierno, un ofrecimiento de ''perdón'' hacía sus fuerzas por haberse levantado en armas y no por los más de 500 años de esclavitud, matanza y silenciamiento hacia los pueblos originarios.
Es aquí donde encontramos el núcleo de las palabras del Subcomandante Marcos, que nos marcan una tendencia a buscar a los culpables por la situación indígena. Marcos se dirige a la mayor cantidad de destinatari@s posibles, haciendo caer en responsabilidad de tod@s la situación actual de Chiapas. Dirigiendo su vista a tod@s y cada uno de los mexicanos, que en lugar de ayudar han preferido huir e ignorar dicha situación. Cabe mencionar aquí que sus palabras las dirige primero segmentando a los paradestinatarios y los contradestinatarios, construyendo su discurso político por medio del componente descriptivo, argumentando sus acciones a manera de pregunta. Mencionando su pasado para así hacer entender a los destinatarios su posición y estimular a los paradestinatarios a coincidir con su manera de pensar. Y haciendo un llamado a las tres entidades discursivas, pregunta “¿de qué nos van a perdonar…de ser mexicanos todos?”. Es aquí donde podemos ver por primera vez lo que es Marcos en esencia, cómo él mismo nos dice: ''Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, explotadas, resistiendo, diciendo ¡ya basta! Todas las minorías a la hora de hablar y mayorías a la hora de callar y aguantar. Todos los intolerados buscando una palabra, su palabra, lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmentados, nosotros. Todo lo que incomoda al poder y a las buenas conciencias, eso es Marcos''. Es parte central de su ''discurso'', esa forma de incluir a much@s en uno solo, en el que no solo en México, sino en cualquier parte del planeta haya Marcos indiferentemente del ''pasmontañas y la pipa''.
En un lugar donde las enfermedades (curables pero no combatidas) y la violencia estatal causan la muerte de inocentes, de personas que buscan encontrar una razón, un sentido a todas esas muertes, Marcos hace un llamado de auxilio y de reclamo “¡Ya basta!”, en donde deja ver toda esa ''rabia contenida'' (con razón) y cansancio hacia la falta de cumplimiento de los derechos de los pueblos originarios, personas que según él se preparan para poder, por fin, dar ese golpe, bien dado. Un trabajo que les costó, sin dudarlo, muchísimo tiempo “Venimos a preguntarle a la patria, a nuestra patria, ¿por qué nos dejó ahí tantos y tantos años?”. Esta misma situación de los pobladores originarios en Chiapas (discriminación, violencia, esclavitud, etc.) y esta misma pregunta que hace Marcos, se puede hacer completamente extensible al resto de las poblaciones indígenas en América Latina, o mejor dicho en Abya Yala. Es más, el levantamiento del EZLN, significó un levantamiento no solo de los indígenas mexicanos, sino, de manera simbólica, de todos los demás en Abya Yala. Gracias a ellos, se hicieron visibles los demás y sus luchas ancestrales, al menos con una relevancia más global, por así decirlo. Y es que ell@s a través de la voz de Marcos, que es su voz y la de tant@s otr@s, nos dicen:
''Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:
Hermanos:
No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.
Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada.
Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos.
Nuestra lucha es por el hambre, y el mal gobierno regala plomo y papel a los estómagos de nuestros hijos.
Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia.
Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio.
Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece cementerios.
Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergenzas.
Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro.
Nuestra lucha es por el respeto a nuestro derecho a gobernar y gobernarnos, y el mal gobierno impone a los más la ley de los menos.
Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar, y el mal gobierno pone cárceles y tumbas.
Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos.
Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido.
Nuestra lucha es por la Patria, y el mal gobierno sueña con la bandera y la lengua extranjeras.
Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción.
Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras banderas en la madrugada de 1994. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias.
Nuestra sangre y la palabra nuestra encendieron un fuego pequeñito en la montaña y lo caminamos rumbo a la casa del poder y del dinero. Hermanos y hermanas de otras razas y otras lenguas, de otro color y mismo corazón, protegieron nuestra luz y en ella bebieron sus respectivos fuegos.
Vino el poderoso a apagarnos con su fuerte soplido, pero nuestra luz se creció en otras luces. Sueña el rico con apagar la luz primera. Es inútil, hay ya muchas luces y todas son primeras.
Quiere el soberbio apagar una rebeldía que su ignorancia ubica en el amanecer de 1994. Pero la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera, no se nació ahora. Antes habló con otras lenguas y en otras tierras. muchas montañas y muchas historias ha caminado la rebeldía contra la injusticia. Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú. Habló y habla la castilla.
La rebeldía no es cosa de lengua, es cosa de dignidad y de ser humanos.
Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. No hay lugar para nosotros en el mundo del poder. Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un mundo donde nos quepamos todos y todos nos vivamos sin muerte en la palabra.
Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. No nos quieren indios. Muertos nos quieren.
Para el poderoso nuestro silencio fue su deseo. Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido.
Hablando en su corazón indio, la Patria sigue digna y con memoria''.
Estas removedoras, contundentes y porqué no, emocionantes palabras, son uno de los varios manifiestos zapatistas emitidos por Marcos. Sus palabras (las de los pueblos indígenas) nos muestran la ancestral lucha de los pueblos originarios, a la vez que nos incluye e invita a tod@s a participar y construir un mundo distinto, uno donde ''quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos'', uno en el que ''yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú''.
Quién va a pedir perdón, si todos somos culpables? Quién puede otorgar ese perdón, cuando se han cometido tantos asesinatos, tantas violaciones, tantas injusticias? Qué acaso la “vida” que llevan estas personas no va en contra de la dignidad humana? Sociedades que han vivido y viven al día el racismo, el hambre, el ''vivir'' ese día pudiendo ser el último, porque quizá, esa misma noche se pierda la vida. Eso también es Marcos.
Quién o quiénes por fin se quitarán la máscara, para así poder ver la verdad? Quién o quiénes se atreverán a aceptarse tal cual son y así poder abrirse a tratar como iguales a los pueblos originarios? Algún día desaparecerá esa desigualdad, ese racismo y sobre todo, esos gobiernos (no solo el mexicano) que abusan de tod@s para poder así obtener su propio beneficio. Nos responsabilizaremos algún día de nuestros actos y estaremos dispuestos a quitarnos esa máscara, a aceptar esa dualidad de nuestra cultura, ese doble sentido de vida, de manera de ver las cosas, para en lugar de que sean diametralmente opuestas, las conjuguemos para ser realmente mejores con nosotros mismos y para con los demás? Dejar de ser ese hombre o mujer de tan variadas caras y dejar de ser tan egoístas, cuándo vamos a hacer que valga la pena la vida que vivimos para los demás, que en un mundo de ideas se debatan de forma igualitaria y justa y por fin dejar de ser animales domesticados.
Y es que ''disculpen las molestias, esto es una revolución'', una revolución inclusiva, pacífica (aunque no se la quiera mostrar así), de concientización, de construcción, de dignidad, de igualdad y de justicia. Una revolución que ataca adonde más molesta a los ''poderosos'' del mundo: a la conciencia humana. Y es una revolución por la libertad también y ésta ''es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla''.
Y todo esto que acabamos de decir o que él mismo ha dicho (*), es Marcos. Es revolución, es todas las personas que deseen incluirse o se sientan identificadas con ese ''otro mundo'', es dignidad humana, es todo el crisol de sociedades (y sus culturas correspondientes) a lo largo y ancho del mundo; es asimismo, pueblos originarios, afrodescendientes, migrantes, la larga noche de los 500 años, igualdad, justicia, tod@s l@s excluidos del sistema y tantas otras cosas que se nos podrían ocurrir al leer ''sus'' palabras que trascienden al individuo que hay detrás del pasamontañas y de los pueblos originarios chiapanecos.
(*) Todas las partes del texto en cursiva son del Subcomandante Marcos.
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