En Chile la llegada al gobierno del presidente derechista Sebastián Piñera profundizará el modelo neoliberal que ha permitido en estos últimos años que corporaciones trasnacionales como la española Telefónica operen entre la absoluta desregulación y la impunidad.
“En Europa las relaciones laborales están regidas por el diálogo tripartito entre empresas, trabajadores y el gobierno, pero eso no pasa en países como Chile, donde trasnacionales como Telefónica resuelven a espaldas de los trabajadores”, denunció Katia Molina Ponce del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL).
En plena década neoliberal de los noventa, cuando Telefónica se instaló en Chile, llegó a tener en su planilla a unos 7500 empleados pero esa cifra cayó en 2006 a tres mil operarios, sin que ninguna de esas reducciones fuera negociada con el sindicato.
“Los gobiernos europeos tiene que exigir el respeto a los derechos sindicales en cualquier lugar que se instalen las empresas. No puede ser que dejen de cumplirlos cuando llegan a América Latina”, se quejó Molina Ponce, en el marco del Tribunal Permanente de los Pueblos que se desarrolla en Madrid.
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