El pueblo hondureño sigue reclamando justicia, esta vez ante la UNASUR

Importantes organizaciones y personalidades vinculadas a la defensa de los derechos humanos en América Latina se dirigen a los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) para “recordar” la situación por la que vive Honduras bajo el ilegítimo gobierno de Porfirio Lobo que siguió al golpe de Estado. El reclamo tuvo lugar con motivo de la cumbre de presidentes de UNASUR que se realizó en el día de ayer en Buenos Aires, la capital argentina.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva manifestó reparos a la readmisión de Honduras en la comunidad internacional dado que ello supondría un antecedente negativo en la región, según se informó desde Brasilia por parte de las agencias internacionales, citando un comunicado del portavoz de la presidencia brasileña. En opinión de Brasil, “un paso importante sería el retorno (al país) del ex presidente Manuel Zelaya en unas perfectas condiciones de seguridad y con garantías de que sus derechos ciudadanos serán respetados”, señaló la agencia EFE.

Una misiva dirigida a los mandatarios que firman entre otros Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; Nora Cortiñas, de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo; el brasileño Frei Betto; el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil; y la Red birregional Europa, América Latina y el Caribe “Enlazando Alternativas”; subraya que “el gobierno encabezado por Porfirio Lobo es ilegítimo”, dado que surge “de un golpe de Estado, que destituyó al presidente constitucional”.

Señala asimismo que “los crímenes cometidos por el fascista Roberto Micheletti (líder del golpe que destituyó a Zelaya entre junio y diciembre últimos) y su gobierno, sus jueces, sus diputados, sus medios de comunicación, la jerarquía de la Iglesia Católica, pretenden ser dejados en la impunidad por la política continuista de Porfirio Lobo”. “Este gobierno es responsable también del retroceso en conquistas sociales fundamentales. Constituye una amenaza para toda América Latina, porque favorece la rearticulación de la derecha conservadora y del militarismo en el continente, fortaleciendo las políticas de invasiones, la guerra, el injerencismo, la criminalización y la judicialización de las luchas sociales, promovidas por el gobierno y los sectores del poder estadounidense y mundial”, añade la carta.

En el mensaje se saluda a la resistencia “conmovedora” de los hondureños y se reclama “que América Latina y sus gobiernos cierren filas frente al continuismo dictatorial encaramado hoy en el gobierno de Porfirio Lobo”, por lo que se pide a los mandatarios mediar ante la Unión Europea y el gobierno español para que Lobo no sea invitado a la cumbre que se celebrará en Madrid entre el bloque y los países de América Latina y el Caribe, el próximo 18 de mayo. Entre las 12 naciones de la unión, sólo han reconocido a Lobo los gobiernos de Perú y Colombia.

Por su parte, el canciller venezolano Nicolás Maduro, presente en Buenos Aires para la reunión preparatoria de la Cumbre, justificó la negativa de reconocimiento a Lobo señalando que en Honduras “se continúa asesinando (a) periodistas y líderes sociales”, según reportó la AFP.

Los trabajadores en su día en Honduras

A todo esto, el pasado Día Internacional de los Trabajadores (que se celebró el sábado 1º de mayo) se transformó al territorio hondureño en un gran escenario para reclamar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por parte del Frente Nacional de Resistencia Popular. Según reporta el sitio Honduras en Lucha las manifestaciones del sábado 1º de mayo alcanzaron el millón de hondureños.

Juan Barahona, coordinador general del frente de resistencia contra el golpe de Estado y presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras, dijo en el acto realizado en Tegucigalpa que el golpe, que cumple ya diez meses, “ha generado una crisis social, económica y política que exige cambios profundos”.

El frente de resistencia denunció que en Honduras existe “un sistema herido que atraviesa una crisis sólo comparable a la de 1930, que es alimentaria, social, energética, ambiental y jurídica" y que "repercute, fundamentalmente, sobre las mujeres y los más jóvenes”. Afirmó por tanto que se debe “enterrar el modelo neoliberal y construir un modelo para una política que asegure la justicia y la inclusión de jóvenes y de mujeres”.

Y reclama, entre otros puntos, reinsertar a Honduras en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), derogar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y suspender la negociación del acuerdo comercial con Europa.