Más de cien órdenes de captura contra campesinos, una saturación de presencia militar y paramilitar, además de más de cinco civiles muertos es el panorama que se vive en la zona de Aguán, en Honduras, en una arremetida represiva del gobierno para desalojar campesinos que recuperaron tierras del latifundio.
Este martes 6 era la fecha fijada por el gobierno de Porfirio Lobo para intervenir militarmente la zona, empresa en la cual, advirtió, no dudaría en emplear todo el poder de fuego del ejército hondureño. Pero los campesinos del Movimiento Unificado Campesino de Aguán (MUCA) respondieron a las amenazas con acción: en la madrugada del 6 ocuparon otras 700 hectáreas al tiempo que denuncian internacionalmente la arremetida represiva y el muy probable saldo de muerte que la misma arrojaría de concretarse. “En este momento hay una presión psicológica enorme sobre los hermanos y hermanas de los distintos grupos, la situación es terrible”, comenta desde el lugar de los hechos Wilfredo Paz Reyes, dirigente del MUCA y del Frente Nacional de Resistencia Popular.
El proceso de recuperación de tierras abarca a 17 familias contra media docena de latifundistas. “En ese contexto la gente prefiere morir en la tierra antes que entregarla, de hecho hemos perdido cinco compañeros campesinos en la arremetida de militares y paramilitares, pero aquí nadie se mueve ni nadie se rinde”, dice Wilfredo.
Las próximas horas son cruciales y distintas organizaciones han adelantado su advertencia sobre la explosiva situación. “La Policía y el Ejército de Colón operan con vehículos de los empresarios terratenientes con placas particulares, armados de AK-47, con pasamontañas y junto a paramilitares realizan diariamente operaciones en contra del MUCA”, señala un comunicado de esa organización difundido mundialmente.
Los hechos que marcan la continuidad de la represión desatada tras el golpe de junio pasado por parte de Roberto Micheletti contra el gobierno del derrocado José Manuel Zelaya llegan hasta las altas esferas de gobierno, como el reciente nombramiento como Director Nacional de Telecomunicaciones al “jefe operativo” del régimen dictatorial encabezado por Micheletti, el General Vázquez Velásquez.
“Es un gobierno totalmente ilegítimo, es la imposición de la oligarquía y la bota militar sobre el pueblo hondureño. Desde el Frente Nacional de Resistencia Popular reiteramos un llamado a la solidaridad hacia las luchas que estamos emprendiendo porque no hemos renunciado a la Asamblea Nacional Constituyente, a cambiarle el destino a este país”, comentó Wilfredo Paz.
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