La revista Fortune 500 recientemente publicó el listado de las empresas norteamericanas que registraron, a nivel mundial, mayores ventas durante el 2009. El primer lugar lo ocupó la gigante de las tiendas Wal - Mart Stores, cuyas ventas llegaron a los 408.214 millones de dólares, superando a empresas como Exxon Mobile, AT&T, Ford Motors y el City Group. El año anterior, esta compañía había ocupado el segundo lugar, con 405.507 millones de dólares.
Wal-Mart Stores se presenta como el caso emblemático a nivel mundial de las jugosas ganancias que, para las grandes empresas, deja la venta de alimentos y otros productos básicos al por menor. Pero no es la única compañía que se lucra de los alimentos. Otras que se encuentran bien situadas en la clasificación de Fortune 500 son: JP Morgan Chase, Berkshire Hathaway, Kraft Foods, PepsiCo, Coca-Cola, y Tyson Foods.
Wal-Mart Stores
Esta multinacional originaria de Estados Unidos es la más grande minorista del mundo (por encima de otras gigantes como Carrefour), fundada en 1962 por Sam Walton. Actualmente cuenta con tiendas en este país (Wal-Mart y Sam’s Club), y en México, Argentina, Canadá, Costa Rica, Reino Unido, Brasil, Puerto Rico, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Japón, China y Chile.
Walt-Mart es el mayor empleador privado en los EEUU, lo que le ha generado una serie de críticas en la nación del Norte por sus políticas laborales. Entre los principales argumentos que se tienen, por la forma en que ésta trata a sus empleados, se encuentran:
1 - Los salarios pagados por la empresa se encuentran por debajo de la línea de pobreza, incluso por debajo del presupuesto familiar básico, siendo aproximadamente un 26% menos que el salario mínimo legal. Lo anterior fuerza a sus empleados a acudir a los programas públicos de asistencia social, lo que significa que obligaciones laborales a cargo de Wal-Mart terminan siendo asumidas por los contribuyentes norteamericanos.
2 - El seguro médico de Wal-Mart cubre únicamente a un 48% de sus empleados, presentándose demoras injustificadas para las afiliaciones en los diferentes niveles de contratación, además el plan de salud es extremadamente costoso y la empresa invierte más en publicidad que en los planes de salud de sus empleados.
3 - La compañía no permite la participación de los empleados en las definiciones sobre sus propios planes de jubilación, de igual forma tiene una política marcadamente antisindical.
4 - Wal-Mart posee una política discriminatoria hacia las mujeres, quienes no ganan ni son promocionadas en igual proporción que los hombres.
Por otra parte, en lo que tiene que ver con la forma de ejercer su actividad económica, la empresa se ha caracterizado por la saturación de tiendas y la eliminación total de la competencia en una apuesta monopólica.
Wal-Mart también ha cambiado la forma de producir alimentos. Al ser el supermercado más grande de los EEUU, la compañía ha constituido un monopsonio en la compra de alimentos, teniendo el control sobre los precios de los productos, lo que la ha llevado a exigencias a los granjeros norteamericanos sobre los productos, tales como su valor, cantidad y calidad. La transnacional se ha beneficiado y ha fomentado el monocultivo, los plaguicidas, los fertilizantes sintéticos, las semillas modificadas genéticamente y la explotación laboral, los cuales son elementos propios de la agroindustria promovida desde el capitalismo transnacional.
Es así como Wal-Mart ha logrado muy buenas ganancias del vender alimentos en los Estados Unidos: “Wal-Mart toma 68 centavos de cada dólar por alimento vendido (…) y 30 centavos lo gasta en publicidad, transporte y envoltura. El productor campesino recibe el resto de la ganancia: dos centavos por cada dólar (…). Debido a su poder e influencia, Wal-Mart controla toda la cadena de producción alimentaria. La influencia de Wal-Mart va más allá de los precios bajos. Los productores de verduras, carne, lácteos y alimentos procesados de Florida a California en los Estados Unidos, si quieren vender su producto, tarde o temprano, toparán con Wal-Mart”.
Este tipo de asfixia comercial a productores y compradores de alimentos es la que actualmente se está imponiendo, con diversos matices, en el mercado global, siendo claramente perjudicial para las pequeñas economías, la agricultura familiar, la producción limpia y los círculos populares de comercialización de alimentos.
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