No l@s escuchan

Al cerrarse la Mesa de Diálogo entre los habitantes de Temacapulín, Estado de Jalisco, México, y las autoridades de la Comisión Nacional del Agua, se anunció la continuación de las obras en El Zapotillo pese al rechazo de las comunidades y los reparos jurídicos a la represa.

El Director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, anunció el miércoles la continuación de la represa de El Zapotillo y la reubicación de tres poblaciones que serán inundadas: Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Las Mesas de Diálogo fueron instaladas en el mes de abril como resultado de las movilizaciones de la comunidad con acompañamiento del Movimiento Mexicano de Afectados por Represas y en Defensa de los Ríos (Mapder).

Sobre el mediodía del miércoles 1º de junio, un grupo de 15 personas se manifestaron frente a Casa Jalisco, en Guadalajara, solidarizándose con las comunidades que se oponen a la construcción de la represa. Alfredo Menchaca Romero, integrante del grupo Amigos de la Barranca, indicó en el lugar que solicitan al gobernador Emilio González que desista del proyecto de la represa El Zapotillo y se evite inundar los poblados mencionados.

La construcción de esta represa sobre el Río Verde, además de desplazar a la población que lo circunda, destruyendo sus modos de vida habituales, lo cual es lo más grave, destruiría el patrimonio histórico de la comunidad Temacapulín, de acuerdo con un dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), elaborado a petición de los habitantes de los Altos de Jalisco. El dictamen señala que en cerca de 70 % del territorio de Temacapulín hay monumentos de valor histórico, entre ellos inmuebles que datan del siglo XVI, y sus habitantes tienen el derecho inalienable a conservarlos.

Ni el rotundo pronunciamiento de la comunidad en contra de la represa, ratificado recientemente en una consulta pública realizada en Temaca, ni los fallos judiciales que han declarado ilegales las obras al no contar con permisos sobre uso de suelo, han sido respetados por los promotores de esta obra.

Desde la comunidad, cansada ya de un diálogo de sordos con las autoridades, se anuncia que acudirán a instancias internacionales para que los amparen en su derecho a conservar su tierra y su patrimonio cultural. Así, han anunciado que iniciarán, junto a sus aliados internacionales, acciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e instancias dentro del marco de la Organización de Naciones Unidas. Esperemos equivocarnos, pero si revisamos, sin demasiado detenimiento, nos percataremos que todos los organismos internacionales son cómplices, cuando no se ponen claramente a favor, de este tipo de emprendimientos (entre otros).