Los inmigrantes en España, tan segregados por los habitantes locales de aquel país, contribuyen más al crecimiento económico y al mantenimiento de los servicios sociales que lo que gastan y reciben por parte del ''Estado del bienestar''. Esta es la conclusión de un estudio de la Fundación La Caixa, que rompe la percepción extendida de que el extranjero consume gran parte de la factura social.
Los datos de este informe subrayan que en España los inmigrantes suponen el 12% de la población pero que, en cambio sólo son los responsables de un 5,6% del uso de servicios, como sanidad y educación. Además, sólo el 1% de los pensionistas son extranjeros. Este colectivo va un 7% menos que los autóctonos al médico de familia y un 16% menos al especialista, aunque usan un 3,2% más las urgencias. El informe también apunta a que los inmigrantes ''irregulares'' aportan más de lo que gastan a través de los impuestos indirectos dinamizando el consumo.
Casi el doble de empobrecidos que entre autóctonos
El informe de la Fundación La Caixa señala que la tasa de ''pobreza'' entre los inmigrantes casi dobla la de los autóctonos. Se estima que el 30% de los extranjeros son ''pobres'', frente al 15% del colectivo nativo. En cambio, sólo el 6,8% de los recursos sociales va a parar a los inmigrantes.
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