''Exigir el fin de la impunidad y el restablecimiento de los derechos democráticos''

En Honduras reprimieron una movilización de sindicatos y mataron a una maestra. Pero lamentablemente no parece ser noticia, ya que la escalada de violencia del régimen golpista de Porfirio Lobo contra los luchadores sociales ya se ha cobrado decenas de víctimas mortales, con el telón de fondo de un absoluto manto de impunidad.

A pesar de eso las organizaciones que resisten al golpe de Estado continúan en la calle. El pasado martes 12 de abril, las principales organizaciones sindicales, entre ellas la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), convocaron a un paro cívico en todo el país.

El alto costo de la vida, los precios de los combustibles, la criminalización de la protesta, los desalojos violentos de tierras y un reclamo por la restitución de los maestros despedidos por sindicalizarse son algunos de los temas que están en la plataforma.

En la mañana del martes se registraron tomas de carreteras, movilizaciones y otras formas de protesta pacífica, según informó la Red Morazánica de Información. En la convocatoria para esta jornada también participó el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que desde mediados de marzo adhirió al paro magisterial, que provocó la muerte de una docente y dejó el saldo de 18 manifestantes que están en prisión.

“El paro cívico es una forma de hacer que este gobierno vea que maltrato, gases lacrimógenos y encarcelamientos no resuelven los problemas relativos al irrespeto a los derechos humanos y laborales en el país”, señaló Idalmi Cárcamo, de la CUTH, en una entrevista que difunde la Confederación Sindical de las Américas (CSA).

Con el paro de hoy también apareció en escena el presidente legítimo José Manuel Zelaya Rosales. El principal referente del FNRP envió una carta desde Santo Domingo para saludar al pueblo hondureño que está en lucha contra la dictadura de Lobo.

El mandatario derrocado considera que las demandas del magisterio son justas y que el conflicto en el sector educativo “es agudizado por la actitud intolerante” del régimen, que toma represalias “contra quienes hacen justos reclamos”.

“La lucha que ahora libra el FNRP de apoyar a los maestros y maestras es un acierto social de gran importancia para el desarrollo de la educación, así como para exigir el fin de la impunidad y el restablecimiento de los derechos democráticos cesados abruptamente desde el Golpe de Estado Militar”, agrega Zelaya.