El presente mes, para las sociedades occidentales u occidentalizadas, es un mes de ''festejos'', un mes en que se celebran la navidad y el fin de año. Pero normalmente, entre el ambiente festivo y la envolvente vorágine consumista, se escapan algunos ''detalles''. No solo por cuestiones culturales es que en otras partes del mundo no se festejan los mencionados días, sino también por situaciones que están presentes todo el año y que no permiten que muchas personas tengan la ''paz'', el ''amor'' y la ''felicidad'', que tanto se pregona por estos días como para andar de ''fiesta''. Asimismo, cuando se realizan este tipo de ''aclaraciones'', muchas personas dentro de las sociedades occidentales, suelen refutar hablando de que se es ''pesimista'', ''negativo'' o cualquier otro calificativo que sirva para olvidar y seguir en el ambiente festivo. Así que más allá del nombre que se le quiera poner a esta publicación, vamos a hablar de algunas de esas situaciones, sin entrar en profundidad en cada tema, ya que lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo en otras específicamente. Este será uno de nuestros primeros ''regalos'' para nuestros lectores. Asimismo, aprovechamos la ocasión para que sea una doble publicación: por un lado por la ''Navidad'' y el ''Año Nuevo'' y por el otro, por el Día Internacional de los Derechos Humanos que se celebrará en el día de mañana.
Delante nuestro se encuentra el mayor genocidio de la humanidad: El HAMBRE. Un hambre absolutamente evitable. 100.000 personas mueren al día de Hambre por falta de voluntad socio-política para acabar con ella. Y además, como en todo holocausto, se les echará la culpa a los empobrecidos de su situación: las víctimas serán los culpables.
En plena reorganización del sistema económico imperialista (a eso lo llaman “crisis”), ha aumentado la riqueza de la humanidad, pero se ha multiplicado también el hambre y la brecha entre enriquecidos y empobrecidos. El 10% más rico posee un 83% de la riqueza total, y de éstos, solo el 1% acumula el 43% de la riqueza global.
La especulación de la ''Bolsa'' con los alimentos, que ya causó estragos en 2008, este año volverá a hacerlo. El trigo por ejemplo, volvía a sufrir un incremento del precio de más de un 60% en los pasados meses. Mientras esto sucede, miles de personas en todo el mundo mueren de hambre, las multinacionales hacen caja y los accionistas e inversores de los países enriquecidos se benefician. Como si fuera poco, a las sociedades que se las ''alimenta bien'' se las mata con los productos que contienen los ''alimentos''.
Las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han sido y son “el complemento de la estrategia militar de las grandes potencias”, con similar poder destructivo. Los Objetivos del Milenio, las ayudas, la Cooperación al Desarrollo y la mayoría de las ONG, están resultando ser no sólo un lucrativo negocio para los enriquecidos sino una buena estrategia para la colonización de las culturas y la creación de “buenas” conciencias, que impiden la lucha política contra las causas de esta injusticia y sus responsables institucionales.
En lo único que ha sido eficaz la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para acabar con la pobreza y no es casualidad, es en el exterminio de los empobrecidos antes de nacer, llamando al aborto y al negocio de la contracepción “salud sexual y reproductiva”. Así lo certifican más de 2.000 millones de niños abortados en los últimos 25 años.
Sigamos. La esclavitud infantíl, sobre todas las formas de esclavitud laboral, ha sido denunciada con contundencia en muchas ocasiones, pero se sigue igual. Estamos ante una auténtica guerra de ''fuertes'' contra ''débiles'', en la que los más perjudicados son los niños. Esta es otra situación derivada de la ''pobreza'' (mirada únicamente desde el lado económico) y el hambre.
También habría que hablar de la desigualdad de género, que si bien en muchos casos está soslayada, sigue tan vigente, naturalizada y violenta como siempre. Mientras exista esa aborrecible mentalidad patriarcal y un sistema que excluye, las mujeres seguirán siendo segregadas y minimizadas por la sociedad toda, especialmente por los hombres que saben disfrutar de su ventajosa situación de ''poder''.
Hablemos también del medio ambiente. A pesar de las ''medidas'' (no) tomadas, cada año se lo destruye más de lo que está. Esta situación no solo conlleva a la pérdida de biodiversidad biológica y contaminación a todo nivel, sino también perjuicios socioculturales (provocados por desplazamientos de personas, pérdida de pertenencia del lugar que se solía habitar y que ya no es tal, etc.) que, en muchos casos, son irreparables.
Las guerras (globales y locales) siguen estando delante de nuestros ojos y peor aún, muchas veces son consideradas necesarias y por ende, son apoyadas. Pero no, éstas son siempre provocadas a propósito y son el medio por el cual se llega a un fin y ese fin es siempre para alcanzar un mayor control sobre los recursos (naturales y sociales) y de esta forma, lograr mayor poder que estará en las manos los mismos ''ganadores'' de siempre. Asimismo, actúan, junto con el hambre, como una de las formas más genocidas conocidas por la población mundial, más aún por quienes viven ''normalmente'' en situaciones de guerra todos los días del año. Este ''fin de año'' y ''navidad'' occidentales, como en años anteriores, mientras algunos tirarán fuegos de artificio para los ''festejos'', otros estarán bajo una lluvia de balas y bombas reales.
Podríamos seguir, pero la lista sería inacabable. Ahora bien, esto seguirá adelante mientras:
- Se den las relaciones económicas dominadas por los poderosos, las transnacionales, los grandes organismos financieros (FMI, BM, OMC) y las distintas cumbres y reuniones dominadas por élites.
- El comercio internacional esté basado en el lucro, la esclavitud de los niños y adultos y el expolio de los recursos de todo tipo en beneficio de una minoría; bases fundamentales del neoliberalismo y la economía de mercado.
- Se produzca un monopolio científico técnico que excluye a la mayoría de la población.
- La organización financiera internacional favorezca la especulación y la usura.
- Los grandes organismos internacionales (ONU, UNICEF, OIT) que no son democráticos, sigan sirviendo de cómplices a los poderosos.
- Los políticos sigan siendo los títeres de las mencionadas élites, llevando a las sociedades, bajo el cartel de la ''democracia'', todos los planes de éstas y diciéndonos que son necesarios para ''cambiar'' en nombre del ''desarrollo'' y el ''progreso''.
- La globalización impuesta desde ''arriba'' siga siendo tal, en lugar de ser una de tipo social, que unifique ideas, problemáticas y soluciones que partan del reconocimiento y la valoración de las diferencias de cada grupo sociocultural.
- La globalización impuesta desde ''arriba'' siga siendo tal, en lugar de ser una de tipo social, que unifique ideas, problemáticas y soluciones que partan del reconocimiento y la valoración de las diferencias de cada grupo sociocultural.
- Y por sobre todas las cosas, mientras las sociedades del mundo sigamos sin despertar (muchos sectores sociales lo han hecho) y no actuemos ni critiquemos, naturalizando y propagando así, todas las injusticias que existen. Será importante tener siempre presente que de los políticos y las élites económicas no vendrán las soluciones, porque no les interesa y no les conviene; por lo tanto dependerá de las sociedades el ejercer presión y tomar medidas genuinas para cambiar la realidad imperante.
Debería ser una exigencia que los países enriquecidos (gracias a los empobrecidos) dejen de robar a los países empobrecidos (por los enriquecidos) y que se respete la dignidad de todos los seres humanos. Es un atentado contra la humanidad, un delito de máxima gravedad, que cualquier ser humano sea tratado como una mercancía.
Seremos juzgados por la historia por ser la sociedad que miró hacia otro lado ante tanta injusticia y desigualdad. Defendemos un auténtico internacionalismo solidario, en una especie de ''globalización contrahegemónica'' transversalmente opuesta a la globalización neoliberal. Ya es hora de un cambio radical, de establecer un ''programa'' y un comportamiento apegado a las sociedades, con la participación directa de ésta para la construcción de un ''sistema'' que se muestre más justo e igualitario desde la base; en el que el hambre, la esclavitud infantil y laboral, las diferencias de género, la trata de personas, las guerras, el medio ambiente y demás atentados contra la vida humana y su dignidad, se traten como lo que son: los primeros y más urgentes problemas a erradicar a nivel mundial.
Estas ''Navidades'' millones de ciudadanos, un vez más, saldrán a las calles en protesta por los hambrientos de la Tierra y para ejercer presión a nivel político, con el grito de: ¡No matarás! Habrá más de 30 Marchas Solidarias que tendrán lugar a lo largo y ancho de toda ''Latinoamérica'' (en otros partes del mundo las habrá también), a las cuales nos adherimos plenamente.
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