INTRODUCCIÓN
El Pensamiento Otro es una visión Decolonial del pasado, el presente y el futuro. Nace de la colonialidad de los pueblos y de sus bases, en este caso centrado en los ''latinoamericanos''; ya sean originarios, afrodescendientes, occidentales, etc. Surge de las poblaciones oprimidas, excluidas, silenciadas, surge de la ''herida colonial''.
La colonialidad la entendemos como el lado oscuro u oculto de la modernidad y como la perspectiva histórica de los condenados, los relegados por esta última. Esta relación entre modernidad y colonialidad se basa en que son las dos caras de una misma moneda, por lo tanto jamás podrán ser consideradas por separado o como dos formas de pensamiento diferentes; no puede existir una sin la otra. Por lo tanto, con el Pensamiento Otro se busca develar el lado encubierto que impone el control, la dominación y la explotación; una cara oculta tras las banderas de la ''salvación'', el ''progreso'', la ''modernización'' y el ''bien común''.
Asimismo, el Pensamiento Otro no busca ser una teoría, ni un paradigma, ni una ideología, sino una forma de ver y analizar el mundo de una manera no acabada y desde la perspectiva de cada pueblo particular, pero eso sí, distinta de la visión occidental/moderna.
LOS 4 DOMINIOS DE LA MODERNIDAD
1) Económico: Apropiación de la tierra, explotación de la mano de obra y control de las finanzas.
2) Político: Control de la autoridad, eliminación de la soberanía de los pueblos.
3) Social: Control de género y sexualidad.
4) Epistémico y subjetivo/personal: Control del conocimiento y la subjetividad.
DIGNIDAD
Lo primero que debemos entender es que la dignidad no es un concepto creado ni pensado, sino que forma parte del sentir humano, una intuición, algo que se vive o se muere pero que siempre surge desde lo más interno de cada persona. La dignidad la consideramos esencial, ya que sin ella los pueblos no pueden conformarse realmente como una sociedad unida y respetuosa de tod@s l@s integrantes que en ella conviven.
El sistema en el que vivimos y el poder que lo mantiene y que conforman la hegemonía a nivel global, reproducen el desprecio y la persecución a sectores campesinos, jóvenes, de mujeres, de los pueblos originarios, de gays y lesbianas, de afrodescendientes, entre otros. Estos grupos sociales, según dicha hegemonía, deben avergonzarse de ser tal cual son y es aquí donde debemos introducir la dignidad, proponiéndola, acrecentándola y agregándole nuevos conceptos e ideas desde cada sector relegado o excluido, hasta conformar el ''concepto'' de dignidad humana, que es mucho más grande que el de dignidad campesina, dignidad jóven, dignidad de la mujer, etc.
No pretendemos plantear desde nuestro movimiento una propuesta para todo el mundo, una que domine a las demás, sino buscar un espacio común donde tod@s nos veamos incluíd@s y aportando ideas y conceptos. Tampoco pretendemos homogeneizar ni universalizar una propuesta como abitualmente hace el sistema a través de la visión occidental, sino por el contrario, que cada sector social busque su espacio para poder vivir con dignidad y sin destruir o acaparar el espacio del otro.
HISTORIA
Uno de los puntos más importantes del Pensamiento Otro es el de, por un lado, desterrar la creencia ''natural'' de que la historia es una sucesión cronológica de hechos que conducen a la modernidad (sin otro camino posible y sin importar las consecuencias) y por el otro, poner en el centro de la escena la espacialidad y la violencia del colonialismo. Podemos decir entonces que, la modernidad se asocia íntimamente con la colonialidad en una distribución espacial de ''nodos'' (o red) que forman parte de una organización ''estructural'' y ya no lineal de la historia.
Por otro lado, como modernidad y colonialidad son las dos caras de la misma moneda, cada nodo, además de ser parte de una estructura y no de una línea, es heterogéneo en lugar de homogéneo. La visión occidental/moderna ha tendido siempre a la homogenización de las sociedades. Por el contrario, con nuestra propuesta buscamos poner de manifiesto la existencia de las heterogeneidades. Por lo tanto, no se trata del ''fin de la historia'', sino del ''fin de la idea hegeliana de la historia''. Ahora bien, si la pensamos como una heterogeneidad histórico/estructural, en procesos históricos que interactúan, en vez de un proceso cronológico lineal, terminaremos de darnos cuenta qué quiere decir que modernidad y colonialidad son dos caras de una misma moneda.
Con la universalización de la visión occidental/moderna, los sujetos coloniales, es decir, los pueblos oprimidos por occidente, nos hemos adherido por las ''buenas'' o por las ''malas'', consciente o inconscientemente, a dicha visión pasando a ser algo que no somos. Con esta forma de pensar que planteamos procuramos volver a ser lo que realmente somos; de lo contrario, facilitaremos el dominio bajo el que permanecemos hace más de quinientos años.
La historia de cualquier pueblo particular, es su raíz, es lo que le da fundamento y trayectoria; al igual que la historia individual de cada persona. Un pueblo o una persona sin historia no existe, es algo que puede estar o no estar y que tampoco tiene proyección hacia el futuro.
Desde nuestro movimiento planteamos la lucha por la historia de nuestro país, por una verdadera y no por la que ha sido tomada por el poder para tergiversarla y acomodarla de acuerdo a las necesidades de cada gobierno de turno, sirviendo como instrumento de manipulación o cooptación social. Es por eso que pretendemos rescatar esa otra historia, la de las resistencias y luchas, que van desde las de los pueblos originarios, pasando por el artiguismo, las obreras o de mujeres del siglo XX o las que se vienen dando por la tierra en el XXI y que dan como resultado la demostración de que los gobiernos son ilegítimos ya que no toman en cuenta las necesidades reales del pueblo ni mucho menos trabajan por el bien común del mismo. Aquí se presenta una puja por esa historia: el poder busca seguir apropiándose de ella para continuar construyendo el presente y el futuro de acuerdo a cánones neoliberales/globales, mientras que los movimientos populares procuramos recuperar esa historia que nos vienen ocultando o manipulando.
La modernidad, al igual que el capitalismo, surge de la cosmovisión occidental, es decir, de la forma de ver y hacer el mundo del oeste europeo, la cual podemos hacer extensiva a América del Norte y Australia. Dicha visión sirvió para que los países del norte avanzaran en el espacio geohistórico sobre los países del sur, pero sobre todo y aunque más oculto, como forma de control de la ''enunciación''. La descripción, la conceptualización y la clasificación se han establecido y establecen en occidente; es decir que la modernidad es la descripción hecha por el conjunto de países occidentales, de su propio papel en la historia y no un proceso histórico/ontológico, como lo es en realidad.
Una de las creencias más terribles y que pretendemos desterrar mediante el Pensamiento Otro, es que el mundo es lo que la occidentalidad/modernidad dice que es. Todo lo que no coincida con esa categoría se nos dice, es ''erróneo'' y toda forma de pensamiento diferente (ej.: Pueblos Originarios) se arriesga y de hecho padece, el acoso, la demonización, la exclusión e incluso la eliminación física.
Las diferencias entre Latinoamérica y los países occidentales no son solo culturales, sino coloniales. Con las diferencias coloniales se hace incapié en los diferenciales Imperiales/coloniales. Es la diferencia colonial la esfera donde se establece el conocimiento y la subjetividad, la sexualidad y el género, el trabajo, la explotación de los recursos naturales, las finanzas y la autoridad; es decir, donde se establecen los dominios coloniales.
Ahora bien, lo que ha permitido que el sistema capitalista funcionara y la visión occidental/moderna se expandiera fue, sobre otras cosas, su conocimiento y capacidad para establecer principios epistémicos ''naturales'' que legitimaron la eliminación de economías y cosmovisiones diferentes. La matriz colonial de poder, aún hoy ''invisible'' por causa del triunfo de la retórica de la modernidad y la modernización, es precisamente la capacidad del sistema capitalista y la occidentalidad para reducir las diferencias a la inexistencia y establecer una categorización racial de las vidas humanas en entidades prescindibles.
COLONIALISMO/IMPERIALISMO Y MODERNIDAD/COLONIALIDAD
El Colonialismo es el resultado de las acciones Imperiales que presentan al capitalismo como principio y base de los modos de organización y vida social. Por lo tanto, el Imperialismo y el Colonialismo, al igual que ocurre con Modernidad y Colonialidad, son dos caras de una misma moneda, en tanto están vinculados con el mecanismo, el libre comercio y la economía industrial. Estamos hablando aquí del Neoliberalismo (desde nuestra visión Decolonial, Neocolonialismo), entendido como una combinación de teoría y economía política, que toma al mercado como núcleo de la organización social.
El Imperialismo/Colonialismo caracteriza momentos específicos de la historia, mientras que la Modernidad/Colonialidad se refiere a un conjunto de principios y creencias en los que se enmarcan ciertos imperios coloniales. El Colonialismo es por tanto, el complemento histórico del Imperialismo en sus distintas manifestaciones geohistóricas, así como la Colonialidad es el complemento lógico de la Modernidad en sus principios generales.
Es entonces que podemos arribar a la conclusión de que la ideología del Colonialismo (la Occidental/Moderna) se implementa o impone a través de la Colonialidad, en tanto lógica de la dominación.
COMUNITARISMO Y NATURALEZA
El Pensamiento Otro se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución, en fin, en el comunitarismo en su máxima expresión.
Además, pretendemos salir de la dicotomía entre ser humano y naturaleza, despertar la conciencia de que somos parte de la Pachamama (Madre Tierra) y con ella nos complementamos. Esto es contradictorio con el establecimiento de las ''grandes inversiones'' del capital, que mas que vertebrar a los países, sirven de ruta de paso para el saqueo de las riquezas naturales y que no fortalecen a las comunidades, que además muchas veces no son consultadas violándose sus derechos colectivos, además de los individuales, sino todo lo contrario: las desestructuran creando problemas para los que nunca estuvieron preparadas.
CONSTRUIR
El pensamiento que aquí presentamos no es una ideología ni una doctrina acabada, ni mucho menos pretende serlo ya que iría en contra de nuestra esencia: se trata de una propuesta que se construye constantemente, tan flexible y tan abierta que puede ser utilizada en todos los lugares y por todas las personas que se reconocen ante un enemigo común. Lo que proponemos desde nuestro lugar es pensar en que es que nos tiene así, que es lo que nos excluye o nos hace a un lado y sabemos que la respuesta será plural y diferente de acuerdo a cada grupo social o pueblo, a la vez que deberá ser inclusiva y tolerante. Podemos aventurarnos a adelantar que en dicha respuesta, tod@s reconocemos a ese enemigo común: este mundo globalizado al que llaman neoliberalismo, el cual produce los mismos efectos negativos sobre campesinos, jóvenes, pueblos originarios, mujeres, en fin, sobre cada excluíd@ que habita la madre tierra. Y es aquí donde apuntamos que la respuesta debe ser abierta e incluyente, para que cada grupo social busque y encuentre su espacio en la totalidad de un pueblo.
NUESTRA LUCHA
Nuestra lucha es social, ambiental, política y cultural, la cual el poder siempre tratará de aniquilar o hacer a un lado. En el terreno social, apuntamos a construir una sociedad diferente, con una raíz histórica fuerte y un futuro que se acerque al comunitarismo como modelo de vida; en lo referente a lo ambiental, buscamos que se considere a la naturaleza como sujeto de derecho y ya no como objeto de explotación; en lo político procuramos generar movilizaciones, campañas y una contrapolítica que puje con la de los gobernantes, empresarios y medios de comunicación; y en el terreno cultural buscamos rescatar las tradiciones y la cultura en si misma, la de nuestro país y no la imitada o impuesta desde las regiones occidentales de este mundo. Esto implica pasar de ser solamente una resistencia o movimiento reivindicativo, a una alternativa que contenga una propuesta político-social integral de país. Para ello es fundamental no dividir más las instancias organizativas y por el contrario debemos caminar hacia un proyecto en la diversidad, el cual es el mayor desafío que se nos presenta: el de una alternativa real de poder popular. Romper con los sectarismos que fragmentan, dividen e impiden la construcción de unidad del campo popular, es una tarea necesaria, pero sobre todo, urgente.
En primer término, queremos despertar a la sociedad uruguaya, hacer que se reconozca como lo que realmente es y no sobre la sociedad irreal y creada por el sistema que es hoy en día. Debemos entender como pueblo que la solución a nuestros problemas está en nosotros mismos y que no se trata de una solamente nacional, en la medida que el poder globalizó las economías y la política, pero también globalizó las luchas. Es entonces que debemos pensar que la mencionada lucha contra el poder nacional es casi en vano, ya que lo que existe es un poder globalizado, un poder mundial que produce dominaciones locales en distintos lugares. A lo que nos estamos enfrentando es al gran poder financiero que domina en Uruguay, pero que también domina en toda América Latina, en África, Europa, en fin, a lo largo y ancho del planeta. Al crecer el enemigo como lo ha hecho, nosotros los movimientos sociales, nos vemos obligados a crecer también, a globalizar y unificar los esfuerzos y las luchas por un mundo distinto. A partir de aquí es que podemos pensar en fortalecer la organización social y popular en cada sector social, potenciando la amplificación de las demandas de las grandes mayorías por medio de la politización y la movilización.
Nos basamos en el equilibrio del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente y los derechos de la tierra en comunión con el pueblo, con una economía plural y solidaria, a la vez que promovemos la soberanía alimentaria y la agricultura orgánica en perspectiva de una autotomía territorial que nos permita decidir qué y cómo producirlo, a la vez que optar qué consumir, alcanzando de esta forma una alimentación sana y natural.
Queremos superar la precarización laboral a la que se ven expuest@s la mayoría de l@s trabajadores/as, al igual que en América Latina y el mundo, aquí en Uruguay. Para lograrlo debemos establecer un cambio estructural que altere las relaciones de propiedad y producción de bienes y servicios, resaltando la labor esencial que desempeñan los trabajadores y trabajadoras como sustento sobre el cual se construye toda sociedad.
Procuramos recuperar los derechos y bienes naturales arrebatados a nuestro país. Éstos deben ser recuperados, por medio de la nacionalización, la comunitarización de los bienes y servicios, los medios de producción y el reconocimiento constitucional, como dijimos, de la naturaleza como sujeto de derecho.
El Movimiento Alternativo Enclave Sur no busca alcanzar el poder, sino abrir un espacio democrático real, es decir, directo, participativo y popular y su concreción desde las bases del pueblo, para que éste pueda elegir sus rumbos políticos, económicos, sociales y de desarrollo que crea más convenientes para el bien común. Para ello, es necesaria la integración de actores sociales y políticos de variada índole, valorando prácticas territoriales y promoviendo el diálogo entre las instancias locales y globales. Dentro de lo político, a la vez que social, buscamos posicionar al feminismo como un proyecto contrahegemónico al occidental, es decir, anti-patriarcal y anticapitalista.
Nuestra lucha es en contra del neoliberalismo y en favor de la humanidad, una que busque su espacio multicultural, no patriarcal y respetuoso y lo encuentre a través de diversas alternativas de vida y desarrollo. En este marco antineoliberal, buscamos sensibilizar, agitar y promover luchas y sumar esfuerzos contra las empresas multinacionales, mediante campañas de denuncias y boicot en todos los niveles.
La lucha que llevamos adelante es también en contra de los medios masivos de comunicación, fieles representantes y porta voces de los poderosos y políticos de este mudo; manipuladores de la información y que buscan siempre mostrar solo una parte de la realidad, cuando no ocultarla completamente y cooptar la opinión publica. Para ello proponemos y consideramos de vital importancia establecer nuestros propios canales de comunicación, siempre de tipo comunitario y que den voz a quienes no la tienen. Nuestra primera propuesta en este sentido es Radio Las Otras Voces del Sur, un espacio de reproducción de audios nuestros o de otros movimientos sociales o medios alternativos, vía internet y que persigue el objetivo principal de comunicar de forma alternativa, cristalina y denunciante, la información que nos rodea, pero desde otro ángulo, desde el que no se nos cuenta o se nos tergiversa por parte de los medios masivos de comunicación. Asimismo busca ser una voz de lucha que se alce y reivindique las necesidades de las mayorías y las luchas que se den de parte de distintos activistas y movimientos sociales.
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