Médicos Sin Fronteras en Haití
Después de la carrera contrarreloj de las primeras semanas para atender a todos aquellos pacientes que necesitaban ser operados para salvar su vida, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Haití están afrontando nuevas necesidades urgentes. Aunque el ritmo de trabajo en los quirófanos sigue siendo muy intenso, en la actualidad hay miles de personas que requieren atención post-operatoria, incluyendo cuidados de rehabilitación, fisioterapia y salud mental. Además, preocupa mucho la situación de los cientos de miles de personas que un mes después del terremoto siguen viviendo en condiciones de hacinamiento e insalubridad en campamentos improvisados o en la calle, especialmente con la estación de lluvias que se va acercando.
Un mes después del desastre, muchas personas no han recibido todavía tiendas y artículos de higiene y no disponen de acceso a fuentes de agua potable ni a los servicios sanitarios. “Es difícil de creer que, cuatro semanas después del desastre, haya tanta gente viviendo bajo una simple sábana en campos improvisados o en la calle”, dice Christophe Fournier, Presidente Internacional de MSF. “Estamos distribuyendo tiendas, utensilios de cocina y artículos de higiene allá donde podemos, pero nuestro trabajo está sobre todo centrado en la atención médica. Uno no deja de asombrarse cuando comprueba el enorme desfase de tiempo que hay entre las promesas de envío de dinero y el ritmo tan lento que sigue la distribución. En MSF estamos realmente preocupados por la llegada de la estación de lluvias, pues muchas de esas personas que no disponen de un refugio donde vivir, llegarán hasta nuestros hospitales con diarreas o enfermedades respiratorias, así que probablemente tendremos que enfrentarnos a nuevas emergencias médicas”, añade.
Además, y aunque en ningún momento han dejado de ser atendidos, en los últimos días se está tratando de volver a ofrecer el mismo nivel de atención a los pacientes crónicos que necesitan seguir un tratamiento y a las madres que presentan embarazos o partos complicados. “La tasa de mortalidad materna en Haití antes del terremoto ya era cuatro veces superior a la de América Latina y 50 veces superior a la de Estados Unidos y Canadá. Nuestra organización atendía de manera gratuita una media de 14.000 partos al año. Ese dato puede servir de muestra de la importancia que tiene el poder volver a prestar estos servicios con normalidad”, comenta Stefano Zaninni, coordinador general de MSF en Haití.
A día de hoy, MSF está trabajando en más de 20 lugares de Puerto Príncipe, Leogane y Jacmel, en donde los equipos médicos de la organización disponen de 11 quirófanos para cirugía mayor y cinco para cirugía menor. A lo largo de este mes se han tratado en estas instalaciones a más de 18.000 pacientes y se ha operado a unas 2.000 personas. Se han enviado unas 1.400 toneladas de material médico y de emergencia y está previsto que en las próximas semanas salgan unas 350 toneladas más. En la actualidad, MSF cuenta con más de 1.800 trabajadores en Haití, de los cuales alrededor de 1.450 son haitianos.
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