Los medios masivos de comunicación no cambian más

La Rede Globo suministró las imágenes a la justicia, y los integrantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que habían ocupado tierras de la multinacional citrícola Cutrale terminaron en prisión. La parcialidad continuó durante toda la cobertura del proceso judicial que llevaron adelante los medios masivos de comunicación de Brasil.

Así lo evalúan el Sindicato de Periodistas de São Paulo y la Federación Nacional de Periodistas, que divulgaron ayer un comunicado de repudio a la mirada que echaron los grandes medios sobre este episodio. Los sindicatos afirman que la prensa nacional actuó con poca ética y no tuvo en cuenta el punto de vista de los Sin Tierra. “Es obligación del periodismo presentar los argumentos de ambos lados”, denuncia la gremial en el documento, y luego agrega que “lamentablemente” los miembros del MST han sido presentados ante la opinión pública como “usurpadores de propiedad ajena”, pero sin brindarles el “derecho básico” a pronunciarse al respecto.

La Cutrale, vale recordar, controla aproximadamente el 60 por ciento del negocio mundial de la producción de naranja y mantiene una alianza estratégica con la estadounidense Coca-Cola. Ambas empresas están siendo denunciadas por el MST y sus aliados internacionales, que reclaman la liberación de los nueve integrantes del movimiento que ocuparon la hacienda en octubre del año pasado. Esos terrenos fiscales son reclamados por el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) pero la Cutrale recurrió a la justicia para impedir la expropiación, solicitada por el MST para la reforma agraria.

Los gremios de la prensa denuncian que la disputa judicial para definir quienes son los propietarios de las tierras, ni más ni menos, no ha tenido el destaque merecido en la cobertura de los grandes medios de comunicación brasileños.

Los Sin Tierra, en tanto, se movilizaron el día 10 de febrero en São Paulo contra la “criminalización de los movimientos sociales”, y para pedir la liberación de los nueve militantes. “Transformar el problema agrario brasileño en un crimen común ha sido la táctica de los sectores más conservadores y truculentos de la sociedad brasileña. Es un atraso que puede impedir el avance y el desarrollo del país con verdadera justicia social”, decía la convocatoria del MST para aquel día.