Amnistía Internacional condenó al gobierno guatemalteco por no investigar debidamente las ejecuciones extrajudiciales en las que estuvieron involucrados agentes de la policía. Las víctimas son, en general, jóvenes con antecedentes policiales o sospechosos de cometer delitos. La denuncia fue realizada el pasado martes, 15 de Diciembre, por el informe Implicación de la Policía en Homicidios en Guatemala.
El informe señala casos de ejecuciones extrajudiciales (aquellas impetradas por orden de las autoridades o con su complicidad) en las que estuvieron involucrados policías, ex-policías o soldados que llegaron a realizar tareas policiales. Las circunstancias presentadas indican que se trata de "homicidios ilegales y deliberados", como definió Amnistía Internacional.
En la evaluación de Amnistía Internacional, la actuación de "grupos clandestinos" de exterminio ha contribuido al agravamiento de la situación de la seguridad pública nacional. Los casos fueron originados por los grupos paramilitares y parapoliciales creados durante el conflicto armado interno de Guatemala (1960-1996). Se trata de "redes delictivas", de las cuales participan miembros y ex-miembros del ejército y de la policía, el sector empresarial, las empresas de seguridad privada, delincuentes comunes y miembros de bandas. "Son la esencia del cultivo de la delincuencia organizada y se han introducido en las estructuras del Estado, donde son capaces de utilizar sus puestos y contactos para controlar lucrativas actividades ilegales y asegurar la impunidad", definió el organismo.
"El hecho de que no se hicieran investigaciones eficaces de inmediato, o inclusive, en algunos casos, en los que no se realizó ninguna investigación significativa, indica cierto consentimiento por parte de algunos funcionarios". Para el organismo, la omisión del Estado demuestra el incumplimiento "de su obligación de proteger el derecho a la vida y por la disposición judicial los responsables de violarlo (...)".
A pesar de que Guatemala tiene un alto índice de delincuencia violenta, el país posee un bajo índice de sentencias condenatorias. Datos recientes muestran que el 98% de los homicidios cometidos no son resueltos por la Justicia. El informe señala además que la tasa de delitos violentos en el país creció en los últimos cinco años. Según el Ministerio del Interior de Guatemala, hubo 6.292 homicidios en 2008.
Víctimas
Las víctimas en general eran jóvenes, muchos ya tenían contacto con el sistema judicial penal, antecedentes criminales o eran sospechosos de haber cometido algún delito. La mayoría vivía en los barrios más marginados y pobres de Guatemala. En connivencia, algunos medios de comunicación del país denominan a este tipo de delito "limpieza social", repudió el informe.
Los cadáveres encontrados fueron tirados en lugares aislados, como en terrenos baldíos y encontrados con las manos atadas atrás, lesiones por el cuerpo, posibles consecuencias de torturas, consideró el informe. "La mayoría fue estrangulada o recibió un disparo en la cabeza estilo tiro de misericordia", complementó.
La mayoría de las víctimas son parte de bandas de calle conocidas como "pandillas". En 2005, Guatemala tenía 14 mil jóvenes involucrados en bandas, número que debe haber aumentado desde entonces, especula el informe. Integrados por hombres y mujeres, en general, involucrados en delitos, los grupos surgieron aproximadamente hace 15 años en América Central y en Estados Unidos.
El texto explica que esos grupos fueron constituidos por jóvenes que emigraron hacia Estados Unidos durante los conflictos armados ocurridos en la década de 1980 en América Central, se organizaron como grupos allá y, en seguida, fueron expulsados del país, retornando a las naciones de origen.
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