A continuación les entregamos el texto que a partir de hoy aparecerá en la pestaña ''Ontología Otra'' y que conforma la parte práctica y de acción de nuestro movimiento:
PARA COMENZAR
La Ontología Otra, íntimamente ligada al Pensamiento Decolonial, surge de la herida colonial de hoy y responde a las necesidades de quienes Franz Fanon llamara los condenados de la tierra. El dolor, la humillación y la indignación que genera la reproducción constante de la herida colonial, originan al mismo tiempo, proyectos socio-políticos radicales, nuevas (y no tan nuevas) formas de saber y movimientos sociales. Nosotros la consideramos como el plano práctico y de acción de nuestro movimiento, con base teórica y de saber en lo que hemos denominado Pensamiento Otro.
La Ontología Otra se opone a gran parte de la visión occidental/moderna, aunque se encuentra íntimamente imbricada a ella, lo cual se expresa a través de la matríz colonial del poder, en la evolución de historias epistémicas y lingüísticas con estructuras heterogéneas. Para comenzar a pensar dicha heterogeneidad en ''América Latina y El Caribe'', debemos reconocer 4 espacios geosociales: Abya Yala (Pueblos Origianarios); La Gran Comarca (Afrodescendientes); La Frontera (Latinos mestizos); y América del Sur (Eurodescendientes).
La importancia del Pensamiento Decolonial o Decolonización de Saberes aquí, radica en que es imposible pensar, pero sobre todo construir, alternativas a la cosmovisión dominante (occidental/moderna) si continuamos sosteniendo principios de conocimiento y adoptamos estructuras de razonamiento que responden a la retórica hegemónica y a la lógica oculta de la colonialidad implícita en dicha visión.
Con la Ontología Otra proponemos la interculturalidad como forma de diálogo entre las diversas culturas, de intercambio de lógicas distintas, conociéndolas, reconociéndolas y respetándolas en pro del bien común. La interculturalidad la consideramos como un proyecto común que hunde sus raíces en los diferentes ''orígenes'' para enfrentarse a la herida colonial y vencer el orgullo y los intereses imperiales/coloniales. Esto último debe construirse bajo un doble proceso: en primer lugar, decolonizar los saberes para que quede a un lado la superioridad occidental en este aspecto; y en segundo lugar, respetar la diversidad de las demás culturas, sin jerarquías de unas sobre otras. Es entonces que en esta línea, la interculturalidad representa también una forma de heterogeneidad de culturas y saberes y persigue la inclusión de todas/os ellas/os por igual; al decir de los zapatistas: ''Un mundo donde quepan muchos mundos''.
La Ontología Otra u Ontologías Otras, representan un cambio radical de quienes no podemos o no queremos vivir más en este mundo dominado por la occidentalidad, la modernidad y el capitalismo. Es la decolonización activa del ser y el saber, la producción y la valorización del conocimiento que no legitima solapadamente la ''cultura dominante'' y que para mantener su producción necesita revalorar la humanidad de todos/as los/as que no nos ajustamos a sus valores. Estamos hablando entonces, de un giro radical o más aún: una revolución y liberación del ser, el saber y el hacer transversalmente opuesta a gran parte de de la visión occidental/moderna.
Podríamos denominar este accionar ''cosmovisión otra'' o ''ser en el mundo otro'', pero creemos que el término Ontología Otra es más adecuado y abarcativo para nuestro pensamiento. Cuando hablamos de ontología, nos referimos a la manera en que se entiende e interpreta el mundo, basándonos en presupuestos sobre lo que existe o no, sus relaciones, etc. Si bien no se trata de predeterminaciones, se construye a partir de las prácticas e interacciones tanto humanas como con nuestro entorno no humano. Las Ontologías Otras las podemos entender como los determinantes de las representaciones totales, discursivas o no, de nuestros mundos. El delimitar cuestiones como verdadero o falso, correcto o incorrecto o sujeto de valor/objeto de valor, serán determinadas por cada ontología y a partir de ellas se elaborarán y reproducirán distintos entramados socio-culturales.
Por qué pluralizamos el término Ontología Otra? La razón fundamental, es porque apuntamos a un mundo que sirva como ''plataforma'', donde convivan las diversas ontologías existentes. Para llegar a este espacio común, deberá practicarse activamente aquella interculturalidad que mire al futuro construyendo alternativas, teniendo siempre presente que existen las diversidades socio-culturales y ontológicas, las cuales servirán como motor de construcción y no de destrucción.
Tanto el Pensamiento Otro como la Ontología Otra, están en permanente consrucción y necesariamente deben adaptarse a cada circunstancia social y ambiental. Asimismo, una base tan fundamental como la anterior es la de que con la Ontología Otra se pretende trascender lo material y valorar otros aspectos, como por ejemplo: el conocimiento, el reconocimiento socio-cultural o los códigos de conductas éticas, las vivencias de la población, la relación entre las personas y la naturaleza, la visión de futuro, los valores humanos, entre otros.
Apuntar a desarrollar una Ontología Otra es apuntar a la recuperación de la vida en su sentido más amplio; significa recuperar las vivencias y culturas de cada pueblo particular y la vida en completa armonía y respeto mutuo entre las personas y de ellas con la naturaleza.
CRÍTICA AL DESARROLLO
En primer lugar debemos establecer una premisa inquebrantable: la Ontología Otra no es una forma de desarrollo alternativo sino una alternativa al desarrollo occidental. Al pasar al plano práctico y caminando sobre la senda de construcción de un Pensamiento Otro, la crítica pasa al plano de las propuestas de ''desarrollo'' occidentales. Es aquí que nos centramos en cuestionar o más aún, criticar, la racionalidad del desarrollo actual, su énfasis en la ''importancia'' económica y de mercado, su obstinación y voracidad consumista o el ya a estas alturas, mito del progreso continuado, entre otras.
El desarrollo tal y como se ha extendido en la mayor parte del mundo, es una idea que surge de la occidentalidad/modernidad y que tiene implicancias coloniales. Por lo general, esta clase de desarrollo termina siendo un ''mal desarrollo'' que perjudica a las sociedades y su entorno. Una de las críticas fundamentales que debemos hacerle es que entiende el ''bienestar'' únicamente como un asunto de ingresos económicos y de posesión material o ya en lo global, que solo puede resolverse en el mercado, el cual es manejado por grandes empresas multinacionales y una élite económicamente poderosa.
Otra crítica fundamental es que siempre se nos ha hablado y se nos habla del desarrollo como crecimiento económico. Este es un nuevo mito que nos han ''vendido'' ya que los recursos naturales son limitados y las capacidades de los ecosistemas para recibir tantos impactos ambientales son acotados. Es decir que, dicho crecimiento económico, al ritmo de destrucción que lleva, no tendrá muchas perspectivas de continuidad. Además, el desarrollo de las personas y las sociedades va mucho más allá de uno exclusivamente económico: existen también los desarrollos de relacionamiento, estudio, salud, alimentación, vivienda, entre tantos otros, por lo tanto considerarlo de la manera occidental/moderna es un absurdo.
El desarrollo entendido de forma occidental hace que todo sea valorado y apreciado en función de la utilidad para los humanos y el beneficio económico de unos pocos, ubicando en primer plano la materialidad y el consumo y dejando atrás a los pueblos, sus vivencias, sus culturas y su entorno.
A pesar de establecer estas pocas criticas fundamentales y sabiendo que podríamos realizar muchas otras (las cuales deben hacerse a partir de cada ontología particular), la postura del desarrollo occidental continúa vigente y expresa una firme y arrogante creencia en el proceso y la evolución lineal de la historia. Es por ello que hablamos de construir alternativas al desarrollo que trasciendan lo material-económico, abordando otros aspectos dejados de lado por el cuestionado.
Debemos establecer algo más: creemos en la urgente necesidad de apuntar a un desarrollo que esté al servicio de los pueblos y su entorno y no uno como el actual, en el que tanto pueblo como entorno se ven sometidos y destruidos por él.
Finalmente, debemos aclarar que las críticas al desarrollo occidental aquí expuestas, si bien son muy generales, son fundamentales. Sabemos que debemos abocarnos a otras mucho más profundas, pero esto será trabajo de cada población y ontología particular. Lo que acabamos de exponer son líneas fundamentales por las cuales discurrir en unas citicas más elaboradas, profundas y completas.
LOS DOS PLANOS DE LA ONTOLOGÍA OTRA
Existen dos planos que deben ir unidos a la hora de construír una Ontología Otra: el político y el socio-cultural.
- Políco: En este caso se presentan dos componentes principales.
- Inclusión y equidad: Dentro de este componente nos referimos a educación, salud, seguridad social, vivienda, comunicación, transporte, ciencia, etc.
- Conservación de la biodiversidad y manejo de recursos naturales: Aquí estamos hablando de protección de la biodiversidad, suelos y aguas, energías alternativas, agricultura orgánica, ambiente urbano, etc.
El plano político tiene objetivos más generales y amplios que el socio-cultural y dentro de ellos debemos contar los siguientes:
- Mejorar la calidad de vida de los pueblos en todos sus sentidos no solo el bienestar económico y material.
- Establecer un modelo económico y de comercio justo y no uno de mercado en el que el dominio pase por manos de las empresas multinacionales.
- Lograr una democracia verdadera en la que la participación del pueblo sea el principal factor en la toma de decisiones.
- Fomentar la participación de la sociedad en dichas tomas de decisiones apelando a la solidaridad como motor de unión de las personas.
- Alcanzar una reforma educativa profunda en todos sus niveles, apuntando siempre a una de tipo popular en la que estudiantes y educadores estén a un mismo nivel y busquen la retroalimentación para una educación más ajustada a la realidad de cada población y en la que los planes de estudio se decidan en asambleas entre los actores principales y ya no entre autoridades de gobierno.
- Recuperar y conservar la naturaleza para terminar con el degradamiento y la destrucción a la que se ha visto sometida por el sistema capitalista.
- Conseguir un ordenamiento territorial organizado, pero sobre todo equilibrado.
- Generar empleos (no bajo cualquier precio) con salarios dignos que desemboquen en una vida digna para los pueblos.
- Establecer un modelo alimenticio que tenga como principal objetivo la soberanía alimentaria, es decir, la libre determinación de los pueblos a consumir los alimentos que considere, de las empresas que considere.
- Promover la agricultura orgánica como la única forma de alcanzar una alimentación más sana, a la vez que contraria a la de transgénicos.
- Socio-cultural: En primer lugar y como lo hemos mencionado, se apunta a un bienestar integral, austero pero diverso, incluyendo tanto lo material como lo afectivo y en el que nadie sea excluido. Con austeridad nos estamos refiriendo a que si bien se busca tener una vida más digna, no significa que se logre a costas de otras personas o del ambiente, así como tampoco de un mayor poder adquisitivo. Asimismo, a mayor austeridad menor consumo y por ende, menor destrucción tanto socio-cultural como de la naturaleza.
Dentro de dicho bienestar integral, el principal punto debe ser la dignidad humana, tan destruida por el sistema capitalista y la visión occidental. Al decir del intelectual Aymará Pablo Mamani: ''ser siendo'', en una especie de reivindicación de los pueblos, pero fundamentalmente de los modismos socio-culturales frente a la imposición colonial de estilos occidentales, los cuales han degradado, humillado, desvalorizado, ocultado y hasta destruido, las particularidades de todos aquellos pueblos y personas que no se ajusten a su cosmovisión, haciéndolos indignos de la vida misma.
En el plano socio-cultural es también fundamental el vivir en paz y armonía con la naturaleza, a la vez que apuntar al florecimiento saludable de todas las personas, para la prolongación de las culturas humanas y de la biodiversidad ambiental.
En la Ontología Otra se vuelve sumamente importante el tiempo libre necesario para la contemplación y la emancipación de los pueblos. Las libertades, capacidades y potencialidades de cada persona particular y cada sociedad, deben ser ampliadas y deben florecer, apuntando a conseguir todo aquello que la sociedad, los territorios, las identidades colectivas y cada persona individual valora como objetivos de vida deseables, tanto materiales como subjetivos, pero eso sí, sin provocar ningún tipo de dominio ni discriminación a otros/as.
Se buscará en todo momento una vida comunitaria: una sociedad comunitaria y cooperativa, en la que la convivencia sea una forma de bienestar (no de competencia) tanto entre las personas, como entre las personas y su entorno no humano, ya que el uno contiene al otro y funcionan como complementarios inseparables. El motor fundamental para la construcción de sociedades comunitarias será la solidaridad y el respeto entre las personas en pro del bien común. En este punto se vuelve muy importante también la política, una a pequeña escala en cada pueblo particular para luego alcanzar la totalidad de la población. Las decisiones deberán ser siempre debatidas y alcanzadas en asambleas, las cuales son la raíz política más importante a la hora de decidir colectivamente y de forma justa e inclusiva.
Para conformar una Ontología Otra dijimos que era necesaria la interculturalidad, la cual cobrará más valor en el plano socio-cultural ya que favorece al fortalecimiento de las identidades de los pueblos a la vez que los iguala y facilita el diálogo necesario entre ellos (y sus ontologías particulares) para la conformación de las sociedades comunitarias y una Ontología Otra más global.
Finalmente, dentro del plano socio-cultural cobra vigor también la idea de la decolonización del saber y el ser, es decir, el despojarse de los pensamientos y malas prácticas occidentales para dar paso a los que surjan de las entrañas de los pueblos o que se encuentran opacados por los primeros, alcanzando pensamientos y prácticas propias y no prestadas o impuestas. Dentro de este párrafo debemos aclarar que existen corrientes críticas dentro del occidentalismo (tanto a nivel social como intelectual) que se acercan a la Ontología Otra y que en vez de perjudicar pueden aportar y hasta fortalecer dicha práctica.
PLATAFORMA OTRA
A pesar de que como dijimos, existen diversas Ontologías Otras ya sean de distintos pueblos, géneros o grupos etarios, existen puntos en común que conforman ideas generales y más fuertes a nivel global, una plataforma donde convergen todas ellas. A continuación hablamos de ellas.
- Decolonización de saberes: Estamos hablando de conocer, reconocer, respetar y utilizar (como forma de complemento) la diversidad de saberes. Con ello se abandona la idea de un solo saber privilegiado y dominante que establece un único camino a seguir al resto. Para ello se decoloniza el conocimiento dando paso posteriormente a la legitimación de cada saber particular y la configuración de la dinámica política para dar espacio a todos ellos.
- Dejar de lado la manipulación e instrumentalización: La cosmovisión occidental/moderna persigue siempre la dominación y manipulación de todo lo que nos rodea (personas, naturaleza, información, etc.), convirtiendo todo ello en medios que actúen como sirvientes de unos pocos. En la Ontología Otra se apunta a todo lo contrario: que no exista manipulación ni dominación de ningún tipo, de nadie sobre nadie ni sobre nada.
- Encuentro, diálogo o interacciones entre las diversas ontologías: Ninguna de las ontologías ni saberes pretenderá ser hegemónica ni desplazar o intentar homogeneizar a las otras/os. Asimismo, se apunta a una interacción entre dichas ontologías en un plano intercultural, inter-género e inter-etario.
- Naturaleza: En este tipo de ontologías nunca será un tema menor. La occidentalidad/modernidad tiende a la separación entre ella y los seres humanos, a la vez que la considera un objeto que puede ser manipulado y apropiado como recurso al servicio de la humanidad. Por el contrario con laOntología Otra, se considera a la naturaleza y las sociedades como una misma parte integrante de la trama de la vida. Ambas se conforman dentro de una misma cadena, por ende, cuidar de la naturaleza es cuidar nuestras propias vidas en todos los sentidos: desde el aire que respiramos hasta la alimentación, pasando por una cantidad enorme de cuestiones relevantes como por ejemplo, la agricultura orgánica, el agua, entre otras tantas.
- Sociedades comunitarias: Aquí nos estamos refiriendo al tipo de sociedad ''ideal'' dentro de laOntología Otra. Las sociedades comunitarias son aquellas que conviven de forma cooperativa en todos los sentidos con el fin último de alcanzar el bienestar de la sociedad en su conjunto. Va mucho más allá de una cooperativa de trabajo o de vivienda; se apunta a una cooperativa de vida, buscando ir desde las pequeñas poblaciones hasta la totalidad de la misma utilizando la mencionada interacción como motor de diálogo para la construcción a gran escala.
- Más allá del materialismo: A lo que nos referimos en este punto es que con la Ontología Otraestaremos trascendiendo el materialismo-consumismo impuesto por la modernidad. Si bien lo material podrá existir (no a gran escala) se lo dejará de considerar, al igual que al consumo, la base fundamental de la sociedad dando paso y espacio protagónico a los afectos, los valores (construidos desde la experiencia de cada pueblo), las vivencias de alegría o tristeza, rebeldía o compasión, las vivencias colectivas de cada población, entre otras.
PARA TERMINAR
En este camino de imperialismo/colonialismo y modernidad/colonialidad por el que ha transitadoAmérica Latina (al igual que África) durante más de 500 años y por otro lado, en ese buscar unaOntología Otra, debemos señalar que la constante presencia y las nuevas ''tendencias'' socio-culturales, económicas y organizativas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) deMéxico (como movimiento social más que como ejército), determinan un punto de inflexión crucial en la historia. En el caso de los zapatistas representa un quiebre en los más de 500 años de lucha de los pueblos originarios ''mexicanos'' contra la explotación, la dominación, la humillación y la colonización; pero para el resto de poblaciones originarias, de afrodescendientes, mestizas y eurodescendientes, representa el primer ejemplo visible de un Pensamiento y una Ontología Otray un quiebre contra el espejismo totalizador de la epistemología y cosmovisión occidental/moderna. Por lo tanto, los zapatistas han hecho un aporte fundamental a la transformación de la geopolítica y la política corporal del conocimiento, lo cual deberá ser considerado como un gran ejemplo y como un punto de partida en la historia latinoamericana y en la conformación de las Ontologías Otras.
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