Villa Sara: contaminada por GALOFER Y ARROZUR

Planta de GALOFER

De acuerdo a la información telefónica suministrada a la Licenciada Elisa Moreno Segovia, el pasado 22 de agosto de 2014, se le habría comunicado a la empresa GALOFER que ante la constatación del incumplimiento de las normas ambientales que regulan su actividad, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) la sancionaba con una multa de mil unidades reajustables, cuyo valor por aquel entonces era de $730,71, por lo que la multa superaría los $730 mil. 

La mencionada vecina de Villa Sara, integrante del grupo de vecin@s movilizad@s que vienen reclamando por notorios problemas de contaminación ambiental, realizó hace unos meses una nueva denuncia, esta vez con fotos que documentan el estado del Río Olimar y su monte ribereño. Al ser notificada de que su denuncia había sido recibida, se le comunicó a su vez de la reciente sanción aplicada a una de las empresas que conforman el complejo industrial que origina el conflicto social en esta pequeña localidad del departamento de Treinta y Tres, cuya planta urbana está separada de la ciudad capital, por el famoso Río Olimar. Este hecho es significativo pues ratifica plenamente las denuncias de l@s vecin@s respecto a la calidad (o más bien dicho NO calidad) del aire que se respira en esta zona, el que indudablemente está afectado por la presencia de industrias que expulsan partículas contaminantes por sus chimeneas. 

Además de la contaminación aérea por el humo que va al aire, las fotos enviadas a la DINAMA (tomadas por el fotógrafo Manuel Quintela el 16-08-14, tres de ellas acompañan esta nota) demuestran que el monte nativo que bordea el Olimar y las aguas del propio río, están recibiendo una fuerte carga de cenizas y otros residuos, al punto que la vegetación está muriendo y la fauna autóctona extinguiéndose. 

Los desechos contaminantes que bajan al río proceden de ARROZUR ( industrializadora de arroz) y GALOFER (Generadora de energía eléctrica mediante la cremación de cáscaras de arroz), corriendo por una cañada natural que desemboca en el cauce del río después de atravesar el monte ribereño dejando a su paso un rastro de destrucción que resulta violento de observar: cenizas acumuladas sobre las raíces de los arbustos y plantas, también adheridas a su follaje, en tal cantidad que terminan asfixiando la vegetación y por tanto alterando el hábitat para la fauna nativa. 

Por otra parte, se ha presentado una demanda civil patrocinada por el Dr Sergio Cruxen, mediante la cual un grupo de vecinos reclamó indemnización por daños y perjuicios. A su vez, ya fue presentado ante DINAMA un pedido de informes de otro grupo de vecinos representado por el Dr Dardo Nalerio. También se está a la espera del resultado final de una encuesta epidemiológica dirigida por el Dr José Azambuya, médico que asesora a los vecinos en su especialidad.

Ahora bien, todo muy "lindo", las denuncias, los estudios y demás, pero todo sigue practicamente igual. La empresa, conformada por las principales industrias arroceras del Uruguay (ARROZAL 33 SA, CASARONE AGROINDUSTRIAL SA, COOPAR SA, GLENCORE SA y Samán), a pesar de haber pagado la multa en Octubre, continúa funcionando de la misma forma que antes y por ende, contaminando. Si tenemos en cuenta el peso económico de estas empresas reunidas y que a través de GALOFER integran la Union Group (también fundadora de Union Minerals Group, centrada en la explotación de la riqueza mineral de nuestro país), nos damos cuenta que la multa no significó nada para ella y que no habrá quien la detenga, de no ser por la fuerza y la lucha del pueblo, no solo en Villa Sara, sino con todo el apoyo del resto del país.  De lo contrario, la chimenea de GALOFER, continuará expulsando humo que contiene gases y partículas que el viento dispersa, además que junto con ARROZUR, seguirán tirando desperdicios al Río Olimar y con ambas cosas, destruyendo la vida vegetal, animal y de los seres humanos que habitan la zona.  

Fotos tomadas por Quintela: